SHABAT BERESHIT

2 de Octubre de 2010 - 24 de Tishrei de 5771

CAMPAÑA DE NUEVOS MIEMBROS
¿Eres judío conforme a la Halaja?
¿Te has alejado de la vida comunitaria?
¿Estás cansado de instituciones incongruentes?
¿Te gustaría vivir un Judaísmo pleno y proactivo?

En la Comunidad Hebrea de Guadalajara te estamos esperando!
T
e invitamos a que puedas sumarte a nuestro proyecto comunitario de manera GRATUITA y por un período de SEIS MESES!!!

Si quieres conocer un poco más sobre nuestra filosofía y nuestro proyecto, te invitamos a ingresar
aquí y aquí.

SIMJAT TORA
EN LA CHG
Horarios de encendido de velas de estos próximos días:
~ Sheminí Atzeret: Miércoles 29/9 19:25 hs.
~ Simjat Tora: 20:15 hs. (utilizando fuego preexistente)

Esta actividad está abierta a todos los judíos de la ciudad.
Nadie puede perderse la oportunidad de bailar junto a la Tora!!


SHABAT KATAN
SUCOT Y SIMJAT TORA EDITION
Este viernes, 1ro de Octubre, a las 16.30 hs., retomamos nuestro espacio de Shabat Katan para niños y niñas de 0 a 4 años con padres y abuelos en la Comunidad, en una actividad íntegramente dedicada a la festividad de Sucot.
Nos sentaremos en la Suca, conoceremos a los Arvaat haMinim, bailaremos con la Tora y lo pasaremos super padre. No te lo pierdas!!!
(Siendo el viernes un día festivo en el calendario hebreo le pedimos a los papás y mamás que no traigan cámaras ya que no se podran tomar fotos ni videos)

COMIENZAN LAS CLASES!
El próximo jueves, 7 de Octubre a las 17.00 hs. comenzará un nuevo ciclo de nuestra Escuela de Talmud Tora. Clases para niños y niñas de 5 a 13 años en un marco de estudio y amistad.
Allí te esperamos!

AYUDA A LOS AFECTADOS
POR EL HURACAN KARL
La presencia constante de la Comunidad Judía de México ante desastres y emergencias naturales ha demostrado el interés por participar ayudando a todo aquel que se encuentre necesitado.
Hoy, una vez más, ante la terrible situación que generó el paso del huracán Karl, requerimos de tu colaboración con un donativo que contribuirá a que, de mano a mano, Cadena entregue ayuda en nombre de nuestra comunidad a zonas de Veracruz, Tabasco y Oaxaca, y así sembrar una semilla a los que tienen que volver a construir su futuro.
La unión de la comunidad generará con mayor fortaleza la diferencia que se puede crear a nuestros hermanos en situaciones adversas.

Para saber como ayudar, te invitamos a que ingreses en:
www.cadena.org.mx

LOS RABINOS DE LA UJCL
ESCRIBEN EL COMENTARIO DE LA PARASHA
Rabina Daniela Szuster (Costa Rica)
Una vez más nos encontramos comenzando la lectura de la Torá. Leemos acerca de todos los fenómenos naturales que D”s creó: cielo, tierra, mares, astros, vegetales, animales y seres humanos. A continuación, se nos dice que D”s colocó al ser humano dentro del huerto del Edén para que lo cultive y lo cuide (Bereshit 1:15). A diferencia de los otros fenómenos creados, le confirió al hombre una responsabilidad especial. ¿Qué es lo primero que se nos cuenta que hizo el ser humano luego de ser creado?: “Denominó el hombre con nombres a todos los animales y a las aves del cielo y a todas las fieras del campo…” (Bereshit 2:20). Le dio nombres a cada uno de los animales. Este accionar no deja de llamar la atención teniendo en cuenta que gran parte del texto anterior a este pasaje, fue D”s quien nombró a todo lo creado. Por ejemplo: “Llamó Elohim a la luz, día y a las tinieblas llamó, noche”, “Llamó Elohim al firmamento, cielos”, “Llamó Elohim a la tierra seca, tierra y a la reunión de las aguas llamó, mares” (Bereshit 1:5, 8 y 10).
Sin duda, el nombrar es una expresión del poder y soberanía divina sobre lo creado. Quien nombra es quien tiene el poder. ¿Qué querrá decir que el ser humano nombra en la parashá que D”s es el “nombrador” por excelencia?
Comenta un Midrash: “Dijo Rabi Haja: en el momento en que D”s se dispuso a crear al ser humano, pidió consejos a sus huestes celestiales. Les dijo: “Haremos al hombre”. Le preguntaron: ¿cuál será su cualidad? Les contestó: su sabiduría será más grande que la vuestra. ¿Qué hizo D”s? Trajo delante de los ángeles los animales, bestias y aves creadas. Les dijo: ¿Cuál es el nombre de cada uno de ellos? Y no supieron qué decir. Dado que D”s creó al primer ser humano, reunió a todos los animales y también le preguntó ¿Cuál es el nombre de cada uno de ellos? El primer hombre contestó: éste es bueno llamarlo toro, este burro, este caballo, este camello, este león, etc” (Midrash Raba 17, 5).
El ser humano pudo hacer lo que los ángeles no supieron: otorgar nombres a los seres vivos. Obtuvo el don del lenguaje, diferenciándose de los animales y de los seres celestiales. Quizás podamos pensar que cuando la Torá nos dice que nos creó a imagen y semejanza de D”s (Bereshit 1:27), significa que nos asemejamos en el poseer el don de la palabra.
Siguiendo esta idea, una pensadora de nuestro tiempo, Judith Butler, sugiere: “Se llega a “existir” en virtud de esa dependencia fundamental de la llamada del otro” […] ”El acto de reconocimiento se convierte en un acto de constitución: la llamada trae al sujeto a la existencia” (Butler, Lenguaje, poder e identidad,1997: 22 y 50).
Éstas son palabras muy profundas, nos impulsan a reflexionar en cómo somos constituidos: por medio de alguien que nos nombra, que nos llama a la existencia y que nos reconoce. Nos somos nada sin alguien que haya pensado en nosotros. O sea que el nombrar no es sólo expresión de poder sino de reconocimiento, cercanía y amor.
Además, Judith Butler nos recuerda: “…la posibilidad misma de nombrar a alguien requiere que uno haya sido nombrado antes. El sujeto del habla que es nombrado se convierte, potencialmente, en un sujeto que con el tiempo nombrará a otro” (Ídem., 56).
Me parece sumamente interesante este concepto que sostiene que somos nombrados y por este medio, no sólo se nos abre un lugar en este mundo sino que nos da la posibilidad de también nosotros otorgar un nombre a otros. Es la eterna oscilación entre nombrar y ser nombrados.
La Mishna de Pirkei Avot nos dice: “Rabi Shimón dice: existen tres coronas: la corona de la Torá, del sacerdocio y del reinado pero la corona del buen nombre está por encima de las tres” (Mishna, Pirkei Avot, 4:17). Este sabio jerarquiza el buen nombre, Shem Tov, por encima de las coronas que los seres humanos suelen añorar: sabiduría, liderazgo y poder. A lo largo de la vida somos nombrados de maneras diversas. A veces recibimos buenos nombres, otras veces, nombres mediocres y otras tantas quizás nombres despreciables. Al final de los días, seguramente alguien hará el promedio.
Posiblemente, la manera en que somos nombrados dependa de cómo nombramos nosotros a los demás. Es un interjuego constante, en el que debemos ser cuidadosos y cautelosos. No abusarnos del poder de nombrar y del uso de la palabra.
A veces ocuparemos un lugar parecido a la divinidad, nombrando a quienes nos rodean; otras veces seres como aquellos seres vivos que el primer hombre nombró, siendo determinados y llamados a la existencia.
Somos realmente privilegiados por haber obtenido el don del lenguaje. Seamos capaces de utilizarlo con sabiduría, reconociendo y llamando a la existencia a nuestros semejantes por medio de la palabra y a la vez, forjándonos un verdadero Shem Tov, un buen nombre.
Shabat Shalom!

DESDE LA COMUNIDAD HEBREA DE GUADALAJARA TE DESEAMOS SHABAT SHALOM !!!

SHABAT SUCOT

25 de Septiembre de 2010 - 17 de Tishrei de 5771

CAMPAÑA DE NUEVOS MIEMBROS
En la Comunidad Hebrea de Guadalajara continuamos trabajando por construir una Kehila cada vez más fuerte y activa. Y es por eso que no queremos que te quedes afuera.
Si nunca has sido miembro de nuestra institución, y no tienes ningún adeudo con otras instituciones de la colectividad judía de la República, te invitamos a que puedas sumarte a nuestro proyecto comunitario de manera absolutamente GRATUITA y por un período de SEIS MESES!!!
Si quieres conocer un poco más sobre nuestra filosofía y nuestro proyecto, te invitamos a ingresar
aquí y aquí.
¡Te esperamos!

ANFITRION
Este Shabat, nuestro anfitrión será Isaac Varón con motivo de su cumpleaños.
A él le decimos Mazal Tov!

SUCOT EN LA CHG
Horarios de encendido de velas para Sucot:
~ Primera Noche: 19:31 hs.
~ Segunda Noche: 20:22 hs. (utilizando fuego preexistente)

CONSTRUCCION DE LA SUCA
¡FOTOS!


RECURSOS DE SUCOT
~ Guía de Sucot (1ra parte)
~ Guía de Sucot (2da parte)
~ ¿Por qué nos sentamos en la Suca? - D. Golinkin
~ De herederos y pioneros - J. Kullock


CONVOCATORIA A ASAMBLEA


ACTIVIDAD DE LA WIZO
CINE DEBATE
"Ushpizin"

E
l próximo martes 28/9 a las 17.30 hs. y en el marco de las actividades de la WIZO se proyectará la película israelí "Ushpizin." Aquí les dejamos el trailer de la misma para que se vayan preparando!



AYUDA A LOS AFECTADOS
POR EL HURACAN KARL
La presencia constante de la Comunidad Judía de México ante desastres y emergencias naturales ha demostrado el interés por participar ayudando a todo aquel que se encuentre necesitado.
Hoy, una vez más, ante la terrible situación que generó el paso del huracán Karl, requerimos de tu colaboración con un donativo que contribuirá a que, de mano a mano, Cadena entregue ayuda en nombre de nuestra comunidad a zonas de Veracruz, Tabasco y Oaxaca, y así sembrar una semilla a los que tienen que volver a construir su futuro.
La unión de la comunidad generará con mayor fortaleza la diferencia que se puede crear a nuestros hermanos en situaciones adversas.

Para saber como ayudar, te invitamos a que ingreses en:
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APOSTILLAS DE IOM KIPUR
~ Dvar Tora: Kol Nidre 5771

Palabras de Mark Moel en la
Tefila de Neila de Iom Kipur 5771

Por motivo del bicentenario de la Independencia de México y el Centenario de la Revolución, una estación de radio inicio una campaña que dice “¿Tú cuando te diste cuenta que eras mexicano?” Es a mi parecer una cruzada muy interesante, la gente habla y narra en que momento se identificaron como mexicanos y dejaron de ser mexicanos solo por que el destino hizo que nacieran en esta tierra. Con esta idea que tomo prestada, yo les haría la siguiente pregunta ¿Cuándo se dieron cuenta que eran judíos? Quizá al hacer una excursión a su memoria y dependiendo de su edad, se dieron cuenta de que eran judíos cuando se enteraron de las atrocidades ocurridas en la Segunda Guerra Mundial o tal vez en el establecimiento del Estado de Israel, puede ser que lo hayan detectado cuando en la escuela siendo aun niños algún compañero les dijo que no creían en Ds o puede que en algún trato comercial hayan escuchado un comentario acerca de las supuestas cualidades de los judíos para comerciar, puede que se dieron cuenta que eran judíos en alguna de las profanaciones del Panteón Israelita en nuestra ciudad o en alguna guerra de Israel, pueden ser tantos los momentos para darse cuenta que somos judíos que podríamos estar aquí toda la noche.
La memoria hace que la Fe se fortalezca, y solo aquel que se sabe judío, no por casualidad sino por convicción, es capaz de recordar. El que elige vivir como judío es capaz de responder a la pregunta, ¿tu cuando te diste cuenta de que eras judío? Ser judío es mucho más que una denominación, implica la intención de vivir en Comunidad, porque ni el más alejado de la Comunidad puede decir que vive como judío sin Comunidad, puede ser judío pero no vive como tal.
En unas pocas semanas más estaremos iniciando nuevamente el ciclo de lectura de la Tora con Bereshit, y cuando analizamos el relato de la Creación y observamos las conductas de las primeras generaciones, notaremos que el hombre nació evadiendo responsabilidades. Adam, habiendo ya comido del fruto prohibido, oyó la voz de Ds que le preguntaba: ‘¿Acaso has comido del árbol?’. El hombre no admitió culpas: ‘La mujer que me diste me dió de ese fruto’. Tampoco la mujer aceptó cargos: ‘Fue la serpiente’, dijo, ‘Ella me sedujo y comí’. Caín acababa de asesinar a su hermano Abel y oyó la voz de Ds que le dijo: ‘¿Dónde está tu hermano?,’ y Cain -bien educado por sus padres a la hora de evadir responsabilidades- dijo: ‘¿Acaso soy yo el guardián de mi hermano?’.
Esta insensibilidad por la vida del otro continuará en Parashat Noaj. Toda una generación iba a ser borrada de la faz de la tierra. Sólo Noaj y los suyos quedarían libres de cargos. Sin embargo Noaj, hombre justo y probo a los ojos de Ds, evitó interceder por aquellos que estaban condenados. La Torre de Babel es otro claro ejemplo. Se dice que si un ladrillo caía desde lo alto, todos lloraban. En cambio, si el que caía era un hombre, el accidente era visto con indiferencia. Según parece, Ds estaba buscando desde el mismo momento de la Creación, a aquel hombre que pudiera ser portador de Su palabra y de Su mensaje.
Posiblemente sean estos relatos de Bereshit una imagen de nuestra conducta hacia nuestra Comunidad, cuando nuestra Comunidad nos llama, ¿Respondemos o nos escondemos? Acaso ¿Cuidamos de nuestros hermanos, o simplemente los dejamos morir solos? ¿Nos preocupamos por el bienestar colectivo, o solo el personal? Cuando perdemos a un socio, ¿Nos duele igual que cuando nos suben las aportaciones mensuales? Quizá estas actitudes sean el causante principal de nuestros problemas que reflejan el temor de perder algo que ya teníamos o de no poder lograr adquirir algo que exigíamos. Al vivir sobre una base de exigencias insatisfechas estamos en un constante estado de confusión y frustración. Por tanto, no habremos de lograr tranquilidad a menos que encontremos un medio para disminuir estas exigencias y la forma que como Institución hemos encontrado es con el trabajo voluntario, desde la fundación de la Comunidad el compromiso fue que además de nuestra aportación mensual, ofreceríamos un trabajo voluntario de acuerdo a nuestras capacidades y conocimientos. A los que lo han recordado y llevado a cabo, en nombre de la Comunidad les digo, GRACIAS por hacer de este espacio un lugar digo de pertenecer y comprender que todos somos parte de una misma unidad y que al apoyar a la Institución nos apoyamos a nosotros mismos y si agredimos a la Comunidad, en realidad nos estamos golpeando a nosotros con la ira que suponemos golpeamos a la Institución.
Una forma de encontrar respuestas a nuestro sentido de pertenencia y de unidad es agradeciendo y perdonando y en caso de ser necesario, ofreciendo disculpas y así es como quiero hacer, ofreciendo una disculpa sincera a todo aquel con el que tuve alguna diferencia o mal entendido, a todos los que no supe escuchar con paciencia y disposición desde mi puesto de directivo, aquel que se sintió ofendido o humillado con mis palabras, mis actos o mi desdén, a mi familia con quienes convivo y la posibilidad de cometer alguna trasgresión es mayor y a mi hija Paulette a quien le robe tiempo y atención que necesitaba, quería y merecía, para atender asuntos que quizá ella no entienda. A todos mis más sinceras disculpas, con la esperanza que esta reparación sea un buen principio para enmendar el camino que nos toca transitar juntos.
Darse cuenta de que uno es judío es estar ahí para los demás como estaremos para Abigail Kullock quien vio por primera vez la luz este año y como estuvimos con el Sr Bernardo Ziman ZIJRONO LIBRAJA quien ya no está físicamente con nosotros pero si en nuestra mente y nuestro corazón, a su familia la esperanza que puedan encontrar consuelo en su bendita memoria.
En esta nuestra Comunidad en constante crecimiento, quiero reconocer y agradecer a las 10 personas que leyeron Tora este año, a las 26 personas que cooperaron con los niños, mereciendo mención especial, Samuel, Ricardo, Diego y Luis Kant que no tienen hijos en edad de servicio infantil y se prepararon para trasmitirles algo a nuestros hijos, todos coordinados por Diana Ciccourel, a los que van a tocar Shofar en unos momentos más, a Jacky Arditti, Isaac y Marisol Kleiman que nos ayudaron en la difícil tarea de vender los honores, a Brenda que siempre hace que estos días sean mas llevaderos, a Salo Behar quien se encargó del toque de Shofar en Rosh Hashana, de la seguridad y el orden, a Jacobo, Eugenia y Jacobo Venegas que nos sensibilizaron con su agradable música, a Salomon Rodrik, Victor Moel, Elisa, Mathy y Jenny por la ayuda de logística, a Talia Wegman por los servicios médicos a Bety, Abraham y Glafira, a Joshua y mis compañeros de la mesa directiva por la planeación, organización y ejecución de estos Iamin Noraim, pero sobre todo a ustedes por estar, por demostrarnos que no somos un capricho, que tenemos una razón de ser y con nuestro esfuerzo cotidiano lo estamos logrando y por ese esfuerzo, queremos en Simja Tora honrar al Sr. Cesar Alvarez como Hatan Tora y al Sr. Antonio Barajas como Hatan Bereshit, a ellos y a sus familias, Felicidades. Con gente como ellos podemos hacer que la Comunidad permanezca.
Durante los últimos tres años y por un año más si Ds me lo permite, me han otorgado el privilegio de encabezar el Consejo Directivo de la Comunidad, pero para el próximo Iom Kipur, porque así lo marcan los estatutos y por salud de la institución, será otro el que les este hablando, a algunos no les gustará, a otros les parecerá magnífico y a la gran mayoría le da exactamente igual mientras el que tome mi lugar hable menos tiempo que yo el día de Iom Kipur.
Durante los últimos tres años hemos entablado diálogo a diferentes niveles con una gran cantidad de instituciones judías y no judías, el nombre de la Comunidad Hebrea de Guadalajara ha llegado lejos y es reconocida como una gran institución que no solo tiene miembros judíos sino socios que se saben judíos. Es ahora cuando todos aquellos que saben que pueden hacer las cosas mejor que los actuales directivos pongan manos a la obra y se preparen para tomar la dirección de la Comunidad porque no basta saber, se debe también aplicar. No es suficiente querer se debe también hacer.
Desde este momento está abierto a las personas que deseen encabezar o participar en la siguiente gestión Comunitaria lugares en la Mesa Directiva para que conozcan de cerca el procedimiento administrativo de la Comunidad.
Dios le pregunto al primer hombre “Aieka” ¿Dónde estás? y sólo recibirá respuesta veinte generaciones después, con el nacimiento de Abraham Avinu, el primero en responder “Hinení” Aquí estoy. El primer hombre en sentirse un auténtico guardián de su hermano.
Adam fue sin dudas el primer hombre...Pero el primer mentsch, el primer BenAdam, fue Abraham Avinu.
No esperemos que sean nuestros hijos o nietos quienes respondan “Hinení” por nosotros, porque si nosotros no queremos responder a la “Hineni” a la pregunta de “Aieka” seguramente ellos no podrán responder a la pregunta de ¿Cuándo se dieron cuenta que eran judíos?
Hatima Tovah

LOS RABINOS DE LA UJCL

ESCRIBEN EL COMENTARIO DE LA PARASHA
Rabino Joshua Kullock
Sucot es una festividad especial. Por un lado, es un Jag en el que se nos prescribe estar alegres. “VeSamajta veJagueja... y te alegrarás en tu festividad” (Dt. 16:14), siempre y cuando puedas hacer de ella tu festividad. ¿Y cómo es que uno puede “hacerse” de la festividad? Dando respuesta a lo que el Jag nos propone, y actuando entonces en consecuencia desde la respuesta asumida. Eso mismo, el acto de dar respuesta y sostenerla en la acción, ya es motivo de alegría.
No obstante, y una vez asumido este compromiso, la alegría no puede quedar sólo ahí. Porque en realidad, Sucot debe ser entendido como la confluencia de dos ciclos: uno que se cierra, y otro que se abre. Y en cada uno de ellos se encierra el sentido trascendente que esta festividad nos propone.
Por un lado, Sucot es la tercera de las fiestas de peregrinación. En Pesaj, Shavuot y Sucot, todo hombre debía encaminar sus pasos a Jerusalem para entregar allí su ofrenda. Escondido en esta estructura conocida por todos, que comienza en Nisán con la salida de Egipto y concluye con Sucot, se encuentra el sentido de un ciclo que concluye. Pero para entenderlo, debemos prestar atención a la cara agrícola de estas festividades, la cual se expresa en los nombres de estos Jaguim.
Jag haSucot, lleva también el nombre de Jag haAsif, la fiesta de la recolección. ¿Por qué? Porque en esta época la gente salía al campo a cosechar aquello que había sembrado durante todo el año. Esto era fundamental en una sociedad agrícola para el pueblo de Israel en aquellos años. En consecuencia, la alegría de estas fechas era relativa, y dependía de cada persona: Todo aquel que durante el año se había comprometido con la tarea cotidiana de cuidar la obra de su mano, al terminar el ciclo podía disfrutar del fruto de su trabajo, para poder volver a empezar una vez más.
Por otro lado, y en paralelo a las fiestas de peregrinación, Sucot es la tercera festividad de Tishrei, primer mes del año. Estas tres festividades también tienen una relación y nexo común.
En Rosh HaShana nos reunimos todos para la coronación divina. Es en ese momento que Ds sale a nuestro encuentro, siendo nosotros los que decidimos con nuestros actos hacer de Ds un Rey o no. En realidad, Ds puede ser Rey todo el tiempo, pero su reino carece de sentido si no hay persona en este mundo que lo reconozca como tal.
Por su parte, Iom Kipur es la búsqueda del hombre en soledad, primero de sí mismo, y luego de Ds. Paradójico o no, en Iom Kipur estamos más solos que nunca, con la premisa básica de encontrarnos con nosotros mismos. Sólo después de buscar en las profundidades de nuestro ser es que podemos levantarnos y salir a buscar el encuentro personal con D’s.
Pero este proceso de búsqueda mutua, tanto de Ds como del Hombre, recién empieza a cobrar forma en Sucot. Porque Sucot no es sólo Jag haAsif, sino también Jag haAsefa, la fiesta de la reunión. Re-unión que significa el volver a ser uno, con uno mismo, con D’s, y desde Sucot, con la comunidad que es el eslabón que nos estaba faltando. No es casual entonces, que esta unidad quede plasmada en los dos símbolos más importantes del Jag: Los Arbaat haMinim y la Suca.
Nos enseña nuestra tradición que cada una de las especies que conforman los Arbaat haMinim se corresponde con un tipo de persona, desde aquel que estudia y hace obras de bien, hasta aquel que no hace nada de todo eso. Estos paradigmas tipológicos deben ser unidos al momento de realizar la bendición correspondiente, haciéndose eco de este Jag haAsefa, de esta reunión imprescindible para comenzar a construir.
Pero sigamos adelante y entendamos en este espíritu lo que la Suca representa. Esta frágil estructura es el fiel reflejo de nosotros mismos. Es la más fiel representación de lo humano que sale en estos días al encuentro de lo divino. Tal es así que en la mística judía encontramos que la Suca se compara con un Jupa, con el palio nupcial. Es en esa Jupa, que cuando nos podemos Re-unir, nos volvemos uno con Ds también. Dicha la unión, aun en la dificultad e incluso a partir de las diferencias, es motivo de una gran alegría.
Es en la unión que nos propone Jag haSucot (o Jag haAsefa, como más les guste) que un ciclo se nos abre y que el año comienza a ser desandado. De ahora en más, tenemos que construir. Y la construcción, que no es más que poner en hechos lo que tantas veces mantenemos en el plano de las ideas, es elegir, es posicionarse, es responder.
Todo lo dicho hasta aquí queda expresado en el libro del Ecleasiastés, que no por casualidad se lee en el Shabat Jol haMoed de Sucot. En medio de sus tribulaciones, y en un momento de gran inspiración, Kohelet dice lo siguiente: “Mejor son dos que uno […] porque si caen, el uno levantará a su compañero; pero ¡ay del que está solo! Cuando caiga no habrá otro que lo levante […] pues cordón de tres dobleces no se rompe pronto” (Ec. 4:9-10,12).
Que podamos escuchar las palabras de Kohelet, para poder dar respuesta en este ciclo que recién comienza al desafío que significa la Reunión, la Asefa.
Shabat Shalom y Moadim leSimja!

DESDE LA COMUNIDAD HEBREA DE GUADALAJARA TE DESEAMOS SHABAT SHALOM Y JAG SUCOT SAMEAJ !!!

Iom Kipur 5771 - Kol Nidre

Cuenta la historia que hace muchos, muchos, años, un gran rey decidió construir un palacio que refleje la gloria de su reino. Se trataría de un edificio imponente, cada habitación más hermosa que la otra. Doce largos años trabajaron los súbditos del rey en el proyecto. Levantaron paredes, pintaron salones, sembraron jardines y amueblaron habitaciones. Y entonces llegó el día en el que todo estaba listo para ser estrenado… Todo, excepto las paredes del salón central, las paredes en donde se encontraría el trono del monarca.
Estas largas, altas y blancas paredes requerían un tratamiento especial. Y por ello, el rey llamó a dos de los más prestigiosos artistas del reino. “Les propongo vivir en el palacio durante el próximo año” – les dijo el gobernante. “No les faltará ni comida ni bebida, y tendrán a disposición cualquier tipo de materiales que deseen. Asimismo, podrán contratar a todos los asistentes que crean necesarios para llevar adelante la tarea.”
“Tú tendrás que pintar esta pared” – le anunció el rey al primero de los artistas – “mientras que tú deberás hacer lo propio con la pared de enfrente” – le dijo al segundo de los artistas. “Yo regresaré al cabo de un año, y aquel que realice el mejor trabajo decorando su pared, será recompensado con dinero, con honor, y con fama.”
Ambos pintores aceptaron el desafío, y ni bien el rey se retiró, se pusieron manos a la obra…
Bueno, en realidad, quien se puso a trabajar fue el primer artista: esbozó sus primeras ideas, contrató media docena de asistentes y comenzó a construir un andamio contra la pared. Para el final del primer mes en el palacio, este buen hombre ya sabía qué motivos habría de pintar, y había comenzado a delinear su obra en la pared. Mientras tanto, el segundo artista ingresaba al gran salón todas las mañanas, se paraba frente a su enorme pared, y se quedaba allí dubitativo, con la mirada perdida en sus propios pensamientos.
Sobre el final del segundo mes, el primer artista se encontraba bien adelantado en su obra. En la pared ya se podían ver los rudimentos de su diseño, y los botes de pintura ya se encontraban a la mano, junto a los pinceles, las brochas y las paletas. Al completarse el primer trimestre, el diseño ya comenzaba a cobrar vida en la pared. Y mientras tanto, el segundo artista ingresaba todas las mañanas, y se quedaba parado con la mirada perdida en sus propios pensamientos.
Así fueron pasando los meses. En una pared, la obra maestra del primer artista se hacía evidente. Los colores, las texturas y las formas se conjugaban en un diseño único, nunca antes visto en todas las tierras del reino.
En la otra pared, el mismo color blanco del comienzo, la misma mirada del segundo artista perdida en sus propios pensamientos.
Durante el último día de la última semana del último mes de trabajo, cuando el año había concluido, el primer pintor congregó a sus asistentes, organizó un pequeño festejo, y agregó su firma en el hermoso mural. Él sabía que había creado algo maravilloso y especial.
Antes de ir a descansar en su última noche en el palacio, el artista volvió a mirar la pared opuesta a la suya: sorprendentemente continuaba tan blanca y vacía como el primer día. Y allí se encontraba su competidor, tan de pie y absorto como durante todo el año que había pasado.
A la mañana siguiente, ambos hombres fueron llamados a presentarse frente al rey, quien estaba sumamente ansioso por conocer las obras de los pintores. Los recibió en la antecámara, y les dijo que esperaran mientras él recorría sus obras maestras. La primera pared que descubrió el monarca fue la del primer artista. En el acto se maravilló con el resultado. Tan asombrado quedó con semejante obra de arte, que no pudo evitar llorar de la emoción. En su interior se conjugaban los sentimientos generados al ver el mural junto a su orgullo por haber financiado una obra de este calibre. Definitivamente estaba muy conforme con lo que veía.
Todavía emocionado por lo que había visto, el rey se dio media vuelta y fue a descubrir la segunda pared, la cual todavía se encontraba velada por un fino lienzo. Fue entonces, al quitar el lienzo que cubría la pared, que descubrió algo fascinante: perplejo, vio reflejado sobre la segunda pared el mismo diseño con el que se había encontrado en la primera pared. Cada línea, cada diseño, incluso cada color, eran idénticos a lo que ya había visto… Solo había una pequeña pero importante diferencia: sobre la segunda pared, y junto al maravilloso diseño del primer artista, también se reflejaba la figura del rey con la cara desencajada, incrédulo frente al espectáculo que veía.
Acercándose a la obra, el rey confirmó lo que ya sospechaba: el segundo artista había instalado un enorme espejo, el cual se ajustaba exactamente al tamaño de la pared…
Fue entonces que el rey llamó a los dos artistas a comparecer frente a él. El primer pintor ingresó, volvió a mirar su mural y a sentirse orgulloso de él, pero su alegría se convirtió en una profunda desesperación al ver la pared de su contrincante. No lo podía creer.
“¿Quién ganó?” preguntaron los artistas. “Obviamente,” – contestó el rey – “ambos han hecho una excelente tarea, y queda a la vista que ambos son justos ganadores. Declaro un empate, y por tanto cada quien habrá de recibir la recompensa que le corresponde.”
“¡No es justo!” exclamó el primer pintor. “¿Cómo puede ser…?”
“¡Cállate!” le respondió tajante el rey, “se te ordena obedecer a mis decretos. Ahora regresen a sus hogares, y preséntense mañana por la mañana para recibir sus recompensas.”
Así fue que cada uno de los artistas abandonó el salón real, cada uno de ellos con sus propias sensaciones y pensamientos…

Ni bien leí este cuento hace algunas semanas atrás, supe que quería compartirlo con ustedes en esta noche de Kol Nidrei. Creo que cada uno de nosotros puede sentirse reflejado en cada uno de los artistas presentados por el relato. Hay quienes llegan a esta sagrada noche orgullosos de todo lo que hicieron con sus vidas en el año que acaba de finalizar. En esta sagrada noche, y como el primer pintor, exponen el fruto de su propio ser frente al Rey de Reyes, reconociendo el esfuerzo realizado y la creatividad invertida en la construcción de una obra maestra.
Y luego se encuentran todos los demás…
Luego se encuentran todos aquellos que se sienten tristemente identificados con el segundo artista. Aquellos que no tuvieron ni el tiempo ni la voluntad de dedicarse a trabajar en un proyecto propio, único y personal, eligiendo en su lugar volverse el fiel reflejo de todo lo que los demás querían ver. Aquellos que siempre se encuentran parados frente a la pared vacía, con la mirada perdida quién sabe bien en donde.
Muchas son las razones que alegan los seguidores del segundo pintor. Algunos se disculpan sosteniendo que viven vidas demasiado frenéticas. Tanto tiempo se la pasan corriendo de aquí para allá, que no les queda ni medio minuto libre para dedicar a hacer de sus vidas una obra de arte.
Otros, aunque no lo confiesen, quedan imposibilitados de desplegar sus anhelos y aspiraciones más profundos porque tienen miedo. Tienen miedo a equivocarse. Y tienen miedo a fracasar. Y como tienen miedo de hacer el ridículo frente a sus pares, prefieren transformarse en meros espejos, reflejando pálidamente la obra de los demás.
Ese miedo a aprovechar la vida para ser alguien auténtico y diferente, se suele manifestar en nuestros deseos de ser como alguien más. Queremos jugar al futbol como Messi, contar con el dinero de Bill Gates, o actuar como Robert DeNiro. Morimos por cantar como Serrat, bailar como Baryshnikov o escribir como Octavio Paz. Y mientras tanto nos esforzamos por ser como ellos, nos olvidamos de quienes somos nosotros. Es en ese espíritu, que el rabino jasídico Menajem Mendl de Kotzk se preguntaba: “Si invierto tanto tiempo pretendiendo ser alguien más, entonces ¿quién se tomará el tiempo para ser yo?”
Ese mismo miedo es el que con astucia nos aconseja ni siquiera intentarlo. “Si no lo intentamos, entonces nunca habremos de fracasar.” Y es muy cierto. A nadie le gusta fracasar. A nadie le gusta sentirse ridículo ni sufrir con las risas o burlas de sus pares. A nadie le gusta perder.
Y sin embargo, la solución que nos propone la Tradición de Israel no es renunciar a hacer de nuestras vidas una obra de arte. Y si no me creen, echemos un vistazo a la Tora. Semana a semana, el texto bíblico nos muestra cómo Moisés, el líder más descollante de toda nuestra historia, fue guiando al pueblo hasta las orillas de la Tierra Prometida. Durante todo el año, y a medida que avanza nuestra lectura ritual del libro, vamos aprendiendo a regocijarnos con sus victorias, y también nos entristecemos con los momentos de mayor tensión. Y aun así, y a pesar de todos los merecimientos, a pesar de todos los sufrimientos, y de todas las energías invertidas durante toda su vida, la Tora nos cuenta que Moisés nunca habrá de poner un pie en la tierra de sus sueños. Luego de tanto andar, la Tora finaliza con el relato del mayor de los fracasos, con el relato de la mayor de las tragedias posibles.
Y así como le ocurrió a Moisés, nos ocurre también a cada uno de nosotros. Ninguno de nosotros quiere quedarse del otro lado del Jordán. Ninguno de nosotros quiere trabajar a consciencia para luego recibir la funesta noticia de que nunca habrá de llegar a la Tierra Prometida. El fracaso nos paraliza hiriendo nuestra autoestima. El fracaso nos convence de que todo lo que hacemos es contraproducente, y que a la hora de la hora no servimos para nada.
Y es por ello que la Tora cierra su relato con el agridulce final de Moisés. Porque frente al fracaso, la pregunta importante es qué hacemos después. Porque frente al fracaso de no lograr que las cosas se den como nosotros queremos, el desafío que enfrentamos es el de regresar los rollos de la Tora hasta el relato de la creación del mundo para volver a empezar, para volver a intentarlo una vez. La tradición judía nos enseña que todos debemos enfrentarnos con el fracaso; todos, incluso Moisés. Nadie está exento de fracasar, porque el fracaso es inherente a la condición humana. Y por lo tanto, el fracaso no es un pecado. El verdadero pecado es no animarnos a intentar una y otra vez hacer de nuestras vidas una obra de arte. El verdadero pecado es hacer de nuestras vidas el pálido reflejo de la vida de los demás.
Es en el espíritu de este cuento y de las reflexiones compartidas hasta aquí, que ahora debemos regresarnos a las puertas del cielo. Ahora es buen momento para regresarnos a la última de las preguntas últimas que nos harán al llegar a las alturas celestiales. Este último interrogante fue expresado por Rabi Zusya de Anipol, rabino jasídico del siglo XVIII.
Cuenta la historia que, sabiendo que se acercaba su final, Rab Zusya estaba inquieto. Luego de una vida dedicada al estudio de la Tora y al cumplimiento de las mitzvot, Rab Zusya estaba inquieto. Le costaba dormir. No dejaba de dar vueltas en su cama.
Sus alumnos se preocuparon y trataron de calmarlo. “¿Qué es lo que pasa?” Preguntaron. “¿Cuál es el problema?” El Rebe les respondió: “Cuando me llegue la hora, cuando me presente frente a las puertas del cielo, Ds no me va a preguntar por qué no fui como Moisés, ni por qué no fui como Rabi Akiva. En ese día, Ds me va a preguntar por qué no fui como Rab Zusya.”

Y entonces:
Si fuimos honestos.
Si logramos dejar una huella significativa en nuestros seres queridos.
Si supimos apostar por nuestro aprendizaje continuo.
Si fuimos capaces de vivir con optimismo y esperanza.
Si aprendimos de la experiencia.
Y si apreciamos y agradecimos por los milagros de la vida cotidiana…

Entonces en el cielo querrán saber si pudimos potenciar todas esas virtudes para hacer de nuestras vidas una obra de arte. En el cielo querrán saber si durante nuestro tiempo aquí en la tierra tuvimos la capacidad de ser la mejor versión de nosotros mismos. Si supimos apasionarnos por nuestras ideas. Si supimos arriesgarnos en pos de nuestros ideales.
Cada vez que somos llamados a una alia, la tradición de Israel nos invita a bendecir recordando que Ds ha implantado en cada uno de nosotros el potencial de la vida eterna (וחיי עלום נטע בתוכנו). Cuando lleguemos al cielo, allí nos van a preguntar si en vida, si en esta vida, supimos nutrir ese potencial, y si fuimos todo aquello que aspirábamos ser. Hacer acto de la potencia que anida en nuestro ser es el desafío más grande de todos, es el objetivo más noble, es la promesa que nos orienta a escuchar nuestra voz interior, y a hacer de nuestras vidas, verdaderas obra de arte…

Cuenta la historia que a la mañana siguiente, los dos artistas se presentaron ante el rey para reclamar su recompensa. El primero seguía furioso. El segundo respiraba con alivio. Ambos fueron invitados a ingresar en el magno salón del trono. Sobre una de las paredes se encontraba una resplandeciente montaña de oro. Ninguno de los artistas había visto tanto oro en toda su vida.
El rey se volvió al primero de los pintores y le dijo: “Has creado una obra maestra. Tu trabajo es profundo, sincero y emotivo. Posees un don divino, y me enorgullece que lo hayas podido desplegar en la pared de mi palacio. He aquí tu merecida recompensa. Toda esta montaña de oro es tuya. Ahora ve y disfruta de ella junto a tu familia y seres queridos. Ahora ve y sigue trayendo belleza a la vida de los demás, así como lo has hecho con mi vida.”
“¡Un momento!” – interrumpió el segundo pintor. “Su majestad dijo que ambos habíamos ganado y que ambos seríamos merecedores de la recompensa. ¿Dónde está mi parte del premio?”
“Ah, sí” – dijo el rey. “Efectivamente, les prometí que cada uno de ustedes habría de recibir su justa recompensa, y es mi deseo cumplir con mi promesa.”
“Pero… si él recibe todo el oro, ¿entonces qué es lo que queda para mí?” preguntó el segundo artista.
“Te diré lo que queda para ti: mira ahora hacia la pared que tú has decorado. ¿Ves la montaña de oro allí en el espejo? Pues bien, he allí tu recompensa. Esa es la recompensa que te mereces. Ahora toma tu recompensa y lárgate para siempre de mi reino.”
El segundo artista miró con tristeza la magra obra de sus manos, se dio media vuelta, y abandonó con pasos lentos el magnífico palacio.

Nuestra tradición nos enseña que en cualquier momento, y no sólo al llegar al cielo, el Rey de Reyes se puede revelar frente a nosotros para preguntarnos en qué hemos invertido nuestro tiempo, para examinar cuáles fueron nuestros logros y fracasos, y para deleitarse admirando la más hermosa de nuestras obras de arte. Quiera Ds guiarnos para que en este año que recién comienza podamos aprovechar todo nuestro potencial creciendo en espíritu, trabajando con pasión y con compromiso, y moldeando con todo nuestro ser una obra maestra de la que estemos orgullosos cuando llegue el momento oportuno de tener que presentarla.

Shabat Shalom, Gmar Jatima Tova y Tzom Kal!
Rabino Joshua Kullock

[Basado en textos del Rabino Ed Feinstein y Ron Wolfson]

SHABAT IOM KIPUR

18 de Septiembre de 2010 - 10 de Tishrei de 5771

CAMPAÑA DE NUEVOS MIEMBROS
En la Comunidad Hebrea de Guadalajara continuamos trabajando por construir una Kehila cada vez más fuerte y activa. Y es por eso que no queremos que te quedes afuera.
Si nunca has sido miembro de nuestra institución, y no tienes ningún adeudo con otras instituciones de la colectividad judía de la República, te invitamos a que puedas sumarte a nuestro proyecto comunitario de manera absolutamente GRATUITA y por un período de SEIS MESES!!!
Si quieres conocer un poco más sobre nuestra filosofía y nuestro proyecto, te invitamos a ingresar
aquí y aquí.
¡Te esperamos!

CONSTRUCCION DE LA SUCA
Este próximo domingo 19/9 a las 11.00 hs. nos reuniremos en la CHG para construir como cada año nuestra Suca comunitaria.
¡No te lo puedes perder!

CONVOCATORIA A ASAMBLEA

RECURSOS DE IOM KIPUR

~ Guía de Iom Kipur
~ Iom Kipur: ¿por qué no funciona fuera de la sinagoga? - Donniel Hartman
~ Vida y muerte en manos de la lengua - David Golinkin
~ El retrato imposible - Daniel Fainstein
~ ¿Por qué pedimos? ¿Para qué rezamos? - Joshua Kullock

APOSTILLAS DE ROSH HASHANA
El comienzo del nuevo año ya ha pasado, pero todavía tenemos algunas cosas para compartir con ustedes. Aquí encontrarán los Divrei Tora del Rabino Joshua, algunas fotos de la ceremonia de Tashlij en el Bosque de los Colomos, y el discurso del presidente de la CHG, Sr. Mark Moel, con motivo del séptimo aniversario de la comunidad.
~ Dvar Tora: 1ra Noche de Rosh haShana 5771
~ Dvar Tora: 2da Noche de Rosh haShana 5771

Fotos de la ceremonia de Tashlij


Palabras de Mark Moel en el
Séptimo Aniversario de la CHG

Cumplir años muchas veces solo es cuestión de quitarle hojas al calendario, pero cumplir años de una Institución como la nuestra es el resultado de haber librado las adversidades económicas, demográficas y sobre todo de sentido de existencia por 365 días más y eso por si solo ya debe alegrarnos.
Que lejos parecen aquellos años cuando se fundo la Comunidad Hebrea de Guadalajara, desde entonces han sucedido cosas que sorprenden a propios y a extraños, los mas críticos nos vaticinaban seis meses de vida en la ciudad y lo paradójico de esto, es que esos censores son los que ya no están en Guadalajara. Aseguraban que nuestra Institución no tendría acceso a la vida social y judía de México ni tendría contacto con las autoridades, hoy la Comunidad Hebrea es parte indiscutible del Ishuv mexicano, las instituciones educativas, culturales y de beneficencia nos reciben con entusiasmo, somos invitados a los actos públicos y tenemos presencia en los medios de comunicación, en la ciudad y en la región, solo este año sostuvimos contacto al menos con 18 instituciones judías de México y el mundo y con 13 organizaciones civiles y religiosas no judías, artículos y comentarios de nuestro rabino o de algún miembro en nombre de la Comunidad, aparecieron en al menos 8 diferentes medios de comunicación tanto locales como de la vida judía mundial.
Nuestro crecimiento como Comunidad no ha dependido tan profundamente del éxito como de nuestros fracasos y contrariedades si se toma esto en cuenta creo que los momentos en que nuestro estado de ánimo esta bajo, tendrá el efecto de lanzar al decaído hacia arriba en vez de hacia abajo. Nosotros como Comunidad, no hemos tenido mejor profesora que la Sra. Adversidad, excepto en aquellos casos en que rehusamos a que nos enseñe.
La inquietud de la Comunidad Hebrea sobre la afiliación al movimiento Masorti, con frecuencia es mal interpretada, para algunos esta afiliación parece ser el único beneficio de nuestra Sociedad. Se cree que somos judíos lights y que jugamos a la Comunidad, pero que en otros aspectos es poco o nada lo que sabemos de judaísmo, tal suposición esta muy lejos de ser verdad, nuestra Institución tiene clases para una gran variedad de gustos en diferentes días y horarios además las clases pueden ser seguidas o verlas en retransmisión vía Internet o escuchadas en el podcast de la Comunidad, estos medios electrónicos de comunicación permiten la educación a distancia y el acercamiento con los socios y simpatizantes.
Pero el conocimiento sin la practica tiene poco sentido y hoy en día contamos con 10 personas que han leído de la Tora a lo largo del año y otros mas que han dirigido los servicios religiosos o han presentado una Dvar Tora, el porcentaje de individuos que pueden aunque sea parcialmente dirigir un rezo, esta por encima de la mayoría de la Comunidades progresistas, eso es darle vida a la Comunidad.
Basados en el espíritu del Salmo 127 que dice “Si el Señor no construye la casa, en vano se cansan los albañiles” Los que encabezamos el comité directivo de la Comunidad vemos en la asistencia y participación de cada uno de ustedes en nuestra Institución una manifestación de la presencia de Ds y hace que el servicio que brindamos a la Congregación tenga una razón de ser, con la esperanza que el liderazgo que surja de las nuevas generaciones encuentre una Institución bien cimentada en el Judaísmo y el Estado de Israel, y entendiendo que no existe futuro sin presente y nuestro presente solo lo construimos nosotros día a día.
Muchos de nosotros podríamos atrevernos a de declarar “Bien, estoy en una Comunidad y con esta estoy feliz” ¿Qué mas puedo desear o hacer? Estoy bien tal como estoy, sabemos el precio de esta autocomplacencia es una inevitable repetición a las conductas que llevaron a la partición de la Comunidad Judía unificada en Guadalajara, que termino con un despertar brusco. Tenemos que crecer como individuos y como Comunidad o deteriorarnos y morir como Institución. Para nosotros, ese estado solo puede ser hoy, nunca para mañana. Debemos estar dispuestos a crecer no podemos permanecer estáticos.
Porque si hace siete años algunos creían que nos habían condenado a irnos… hoy podemos decir con seguridad… que fuimos nosotros quienes los condenamos a ellos a quedarse.

LOS RABINOS DE LA UJCL

ESCRIBEN EL COMENTARIO DE LA PARASHA
Rabino Mario Gurevich (Aruba)
En el día de Yom Kipur la lectura de la Tora nos ilustra sobre los sacrificios de este día en época del Templo –la lectura de la mañana- y las prohibiciones sobre las relaciones incestuosas en la lectura de la tarde.
La colorida descripción del sacrificio del “chivo expiatorio” hace perfectamente patente la compleja evolución de nuestros rituales hacia la abstracción y el simbolismo despojado de toda manifestación física.
En cuanto a la extraña lectura de la tarde, parece que servía de pública admonición ya que en la propia tarde de Yom Kipur las y los jóvenes de Jerusalém comenzaban a cortejarse con miras a los “shidujim” (parejas-compromisos) que se concretarían en seguida después de Sucot.
Definitivamente nada que ver con nuestro Yom Kipur ahora y aquí. Hoy, la atmosfera de nuestras sinagogas, las largas horas de ayuno y la letanía y repetición monótona y rítmica de nuestras oraciones tradicionales abren en el corazón la brecha por donde debe ingresar el perdón por nuestros actos y salir el perdón hacia nuestros ofensores.
No se trata solo de un proceso de reconciliación con Dios sino también con nuestro prójimo, llámese nuestra sociedad, nuestras familias, nuestras comunidades.
Rosh Hashaná, recién celebrada, nos permitió buscar las herramientas para convertirnos en mejores personas.
El desafío de Yom Kipur es utilizar dichas herramientas, siendo la principal de ellas la “Teshuvá”. Esta se define como arrepentimiento o retorno pero también significa respuesta y es más posiblemente todas esas acepciones al mismo tiempo.
Teshuvá es mucho más que decir “lo siento”; ella implica un completo cambio de actitud, un reconocimiento de los errores pasados y el reconocimiento del hecho de haber perdido nuestro rumbo y desear regresar al amor de los nuestros y al amor de Dios.
Tal vez la fraseología descriptiva de Dios inscribiendo nuestro destino en Rosh Hashaná y sellándolo en Yom Kipur nos lleva a comprender que la vida es un tablero en blanco donde podemos escribir lo que queramos.
Podemos usar nuestras vidas para convertirnos en personas de carácter realizando mitzvot o podemos permitir que los oscuros momentos de ira, egoísmo y enojo nos dominen.
Desde la perspectiva de Yom Kipur la elección es solo nuestra. El judaísmo no nos permite culpar a otros por nuestros errores; somos nosotros mismos quienes debemos aceptar la responsabilidad por ellos y asumirlos.
Que este día de Yom Kipur llene nuestros espíritus de sentimientos positivos y de honesta Teshuvá.
Shabat Shalom y Gmar Jatima Tova!

DESDE LA COMUNIDAD HEBREA DE GUADALAJARA TE DESEAMOS SHANA TOVA Y GMAR JATIMA TOVA !!!

Rosh haShana 5771 - Segunda Noche

¿Fuimos honestos en nuestras relaciones comerciales?
¿Fuimos capaces de dejar una huella significativa en nuestros seres queridos?
¿Supimos establecer una rutina que incluya el crecimiento significativo de nuestro ser a partir del estudio y el aprendizaje continuos?

Estas son las primeras tres preguntas que mencionamos ayer. Preguntas últimas que nos serán reveladas al presentarnos frente a las puertas del cielo. (Para quienes no estuvieron ayer: les cuento que en la tradición judía el día del juicio final se presenta a la luz de siete preguntas específicas, que dan cuenta de aquello que hicimos y aquello que dejamos de hacer. Preguntas que recuperamos hoy, no para adelantarnos a lo que ocurrirá cuando lleguemos a los 120, sino para construir aquí en la tierra, el maravilloso reino de los cielos.)

Si fuimos honestos, si dejamos una huella significativa, y si nos dedicamos a crecer en espíritu a partir del aprendizaje continuo, entonces la voz celestial continuará preguntándonos sobre nuestros días en la tierra. La cuarta de las preguntas últimas es: Tzipita liIshua? ¿Anhelaste la salvación?
La cuarta pregunta nos habla del prisma a través del cual entendimos la realidad y nos relacionamos con el mundo. ¿Fuimos de los optimistas o fuimos de los pesimistas? ¿Para cada problema encontramos una solución o para cada solución encontramos un problema? Tzipita liIshua?
Al reflexionar sobre esta pregunta, uno no debe creer que lo que el judaísmo pide es abrazar una actitud de negación cuando nos toca vivir situaciones complicadas. El judaísmo no nos pide escapar hacia el nirvana del desprendimiento que neutraliza todo sufrimiento. Pero lo que el judaísmo sí nos pide, es que podamos enfrentar aquello que nos toca vivir con optimismo y con la frente en alto, no sólo esperanzados en que la salvación llegará desde afuera, sino comprometidos desde lo profundo de nuestro ser para buscar los caminos que nos permitan seguir adelante.
Al reflexionar sobre esta pregunta, por lo tanto, vale la pena recordar las palabras que Ana Frank escribió en su diario, tres semanas antes de ser descubierta y deportada. El 17 de julio de 1944, Ana Frank escribía: “A pesar de todo, yo creo que las personas son realmente buenas en su corazón.” De igual manera, Victor Frankl sostuvo en la misma época que la mayor de nuestras libertades se mide en la posibilidad de elegir libremente la actitud con la que vamos a encarar lo que la vida nos pone por delante. Y por eso, hoy preguntamos: ¿Con qué actitud hemos mirado al mundo? ¿Anhelamos la salvación? Tzipita liIshua?
Vivir con esperanza es vivir sin miedos. Porque, como dice el refrán, vivir con miedo es como vivir a medias. Y por ello, en el cielo nos preguntarán si vivimos nuestras vidas con esperanza, y nos preguntarán cuáles fueron los ejes sobre los que se articuló dicha esperanza. ¿Fuimos optimistas proactivos o fuimos optimistas pasivos, que aun cuando no lloramos por lo que nos tocó vivir, esperamos siempre que fueran otros los que solucionaran los problemas por nosotros? Tzipita liIshua?
Vivir con esperanza es asimismo vivir con la certeza de que Ds se preocupa por nosotros, y de que nos espera en cada una de las decisiones que tomamos, esperanzado Él también en que elijamos con sabiduría el mejor de los caminos posibles. Y por eso, hoy preguntamos: ¿Supimos alzar la mirada y pactar con lo trascendente que anida en nosotros y nos inspira a ser cada vez mejores personas? Tzipita liIshua?
Hacer Teshuva sobre este cuarto interrogante en esta segunda noche de Rosh haShana es una tarea indelegable, ya que la construcción aquí en la tierra del reino de los cielos solo será posible si nos damos el tiempo para responder a esta pregunta con compromiso y valentía.

Si fuimos honestos, si supimos trascender, si apostamos por nuestra propia educación y si nos enfrentamos al mundo con optimismo, entonces en la entrada misma de los cielos habremos de escuchar una quinta pregunta, la cual en realidad se presenta como dos interrogantes en uno: Pilpalta beJojma? ¿Alcanzaste la sabiduría? Y: Ebanta Davar miToj Davar? ¿Hiciste un buen uso de tu capacidad analítica?
Esta quinta pregunta compuesta no hace más que inquirir sobre aquello que aprendimos de la vida. Ya no se trata sólo de fijar tiempos de estudio o de sostener a las instituciones comunitarias y educativas. Ahora se trata de ver qué tanta sabiduría pudimos acuñar a partir de nuestras propias experiencias. De acuerdo a la tradición judía, algún día en el cielo nos van a preguntar si fuimos capaces de aprender de nuestros errores, y si fuimos capaces de crecer en entendimiento y en comprensión. Porque la tradición judía sabe que sólo a partir de aprender de nuestros errores y de rescatar las virtudes y las buenas elecciones tanto propias como ajenas, es que podremos establecer nuestras prioridades y escala de valores. Y es por eso, que desde el cielo se nos preguntará si supimos elegir con sabiduría estableciendo correctamente nuestras prioridades. Pilpalta beJojma? Ebanta Davar miToj Davar?
De nada nos sirve contar con una mente analítica y filosa si luego no sabemos utilizar dicha capacidad para diferenciar entre lo importante y lo banal, entre lo esencial y lo secundario. Tener muchos conocimientos no nos hace personas más sabias, y es por eso que debemos capitalizar las enseñanzas que se van presentando en nuestro camino.
Muchas veces la terrible noticia de una enfermedad terminal se presenta como un disparador que nos hace pensar sobre la manera en que invertimos nuestro tiempo y nuestras energías. Solo frente a la inminencia del final parece que caemos en la cuenta de todo lo que podríamos haber hecho y nunca nos animamos a hacer, o simplemente decidimos postergarlo en aras de objetivos mucho menos relevantes. Y es por eso que al llegar al cielo querrán saber si supimos combinar nuestra mente analítica con la sabiduría de la experiencia, encontrando el balance justo y las prioridades necesarias. Porque el judaísmo cree en que no debemos solamente enderezarnos frente a una noticia nefasta. Porque el judaísmo cree en que cada día de nuestras vidas puede transformarse en el puntapié inicial desde el cual poder ordenar nuestras actitudes y valores. Pilpalta beJojma? Ebanta Davar miToj Davar?
Hacer Teshuva sobre este quinto interrogante en esta segunda noche de Rosh haShana es una tarea indelegable, ya que la construcción aquí en la tierra del reino de los cielos solo será posible si nos damos el tiempo para responder a esta pregunta con compromiso y valentía.

La última pregunta de esta noche, la sexta de las preguntas últimas que escucharemos frente a los portones del cielo si demostramos haber sido honestos, comprometidos con la trascendencia, defensores del aprendizaje continuo, optimistas y sabios, ya no aparece en el Talmud, sino que se le adjudica al Rabino Shimshon Rafael Hirsch (S.XIX). Cuenta la historia que cercano a su muerte, el rabino alemán urgió a sus alumnos a que lo llevaran a Suiza. Los alumnos no entendían el pedido de su Rab, y temiendo que su maestro ya no se encontrara en sus cabales, antes de llevarlo le preguntaron por qué ir, y para qué ir. Fue entonces que Hirsch les contestó: “Si no voy a Suiza, cuando llegue al cielo, Ds me va a preguntar: ¿Por qué no conociste mis Alpes?
La última pregunta de esta noche, la última de las preguntas que vamos a mencionar en Rosh haShana, ya no inquiere sobre aquellas cosas que hicimos, sino que por el contrario nos obliga a dar respuesta sobre todo aquello que dejamos de hacer. ¿Acaso hubo placeres de este mundo que decidimos no disfrutar? ¿Qué fue lo que nos motivó a privarnos de todo aquello que la vida nos ofrece, y que no se encuentra entre las cosas prohibidas por la ley? ¿Pudimos apreciar las bondades y milagros divinos que se multiplican en el mundo? ¿O cerramos nuestros ojos y nuestros corazones a todas aquellas experiencias maravillosas que nos rodean?
La pregunta por los Alpes, nos recuerda la famosa película de Jack Nicholson y Morgan Freeman, quienes encarnan a dos pacientes moribundos los cuales arman una lista de cosas que no podían dejar de hacer antes de fallecer. De acuerdo a nuestra tradición, en el cielo, querrán saber: ¿Acaso tuvimos que esperar hasta último momento para disfrutar de la vida y de los afectos de nuestros seres queridos? Al parecer, quien así piensa, en la tradición judía se queda sin cielo. Porque la vida le pasó por un costado, y porque no se supo conectar con aquellas cosas que verdaderamente valen la pena.
Es en este sentido que debemos entender la enseñanza judía que nos invita a realizar 100 bendiciones todos los días. La tradición de Israel nos propone frenar a cada instante, desde el momento en que nos levantamos hasta que nos vamos a dormir, invitándonos a reconocer los milagros de la vida cotidiana, aprendiendo a dar cuenta de todo lo bueno con lo que contamos y que a veces damos por sentado o ni siquiera percibimos.
Ver los Alpes y reconocer en la grandeza de esa visión la mano de Ds; probar un fruto nuevo y regocijarnos con su sabor; compartir un grato momento en la presencia memorable de la familia y de buenos amigos; permitirnos disfrutar de cada uno de nuestros días sin ser presa de la culpa… Todas estas son acciones que nos ayudan a transformar nuestras vidas en un Paraíso, todas estas son acciones que nos ayudan a transformar nuestras vidas en un Jardín del Edén.
Hacer Teshuva sobre este sexto y último interrogante de esta segunda noche de Rosh haShana es una tarea indelegable, ya que la construcción aquí en la tierra del reino de los cielos solo será posible si nos damos el tiempo para responder a esta pregunta con compromiso y valentía.

¿Fuimos honestos en nuestras relaciones comerciales?
¿Fuimos capaces de dejar una huella significativa en nuestros seres queridos?
¿Supimos establecer una rutina que incluya el crecimiento significativo de nuestro ser a partir del estudio y el aprendizaje continuos?
¿Logramos alzar la mirada y pactar con lo trascendente que anida en nosotros inspirándonos a encarar la vida con optimismo siendo cada vez mejores personas?
¿Pudimos aprender de la experiencia y aplicar dicha sabiduría para establecer correctamente nuestras prioridades, valores y actitudes?
¿Fuimos capaces de apreciar y disfrutar de las bondades y milagros divinos que se multiplican en el mundo?

A partir de mañana comienza ya la recta final hacia Iom Kipur, y en el día de todos los días, vamos a compartir la séptima de las preguntas últimas, la pregunta de todas las preguntas.
Pero mientras tanto no podemos desentendernos de las primeras seis.
No esperemos hasta llegar al cielo.
Aprovechemos juntos nuestros días aquí en la tierra.
Y comencemos a trabajar.

Shana Tova y Jatima Tova!
Rabino Joshua Kullock

[Basado en el Talmud, Shabat 31a y reflexiones de Ron Wolfson]

Rosh haShana 5771 - Primera Noche

El rabino y pensador Abraham Joshua Heschel sostenía con justa razón que “la pregunta es el comienzo de todo pensamiento.” Tal es así, que sólo al realizar las preguntas correctas es que podemos albergar la esperanza de arribar a respuestas significativas.
Las preguntas no sólo satisfacen nuestra curiosidad o interés por determinadas áreas del conocimiento, sino que también son la base de nuestra vida en sociedad. No es casual, por lo tanto, que nuestras conversaciones comiencen por lo general con un “¿Cómo estás?” o un “¿Quihubo?”, preguntas que enmarcan y posibilitan el encuentro y el diálogo.
Conforme el diálogo se profundiza, conforme las relaciones se van estrechando y fortalecendo, las preguntas van requiriendo cada vez más de nosotros. Todos los que hemos ahondado en la intimidad de una relación (ya sea con nuestras familias, nuestras parejas, o nuestras amistades), podremos dar cuenta de que a mayor confianza y exposición, mayor será la cantidad de preguntas que apunten más y más al meollo del asunto. Cada vez menos racionales; cada vez más existenciales.
De aquí que en la tradición judía, el concepto de Teshuva (respuesta o retorno) no tiene sentido si antes no nos enfrentamos a las preguntas últimas, a las preguntas que nos exigen un compromiso personal y sincero desde la intensidad de su reclamo.
Este tipo de preguntas últimas, este tipo de preguntas existenciales impostergables, son las que, de acuerdo a nuestra tradición, nos van a preguntar a cada uno de nosotros en el día en que nos toque llegar a las puertas del cielo. Nos enseña el Talmud que en el Día del Juicio Final, no podremos escaparnos de las preguntas verdaderamente importantes. Y sobre esas preguntas hoy les quiero platicar.
Pero antes les toca a ustedes…
¿Cuáles piensan que son las preguntas que les harán al llegar a las puertas del cielo?

En la tradición judía las preguntas últimas son siete. Siete son las preguntas que nos van a preguntar al llegar al cielo. Y a fin de poder dedicarle el tiempo necesario a cada una de ellas, en esta noche sólo voy a hablarles de las primeras tres, mañana tomaré otras tres y en la noche de Kol Nidrei, en la noche de todas las noches, les contaré cuál es la séptima y última de todas las preguntas.
La razón por la cual quiero contarles sobre todas estas preguntas, es justamente porque hoy, en Rosh haShana, también estamos en Iom haDin, también estamos en el Día del Juicio. En esta noche, creo que no debemos esperar hasta la antesala del mundo por venir para pensar en nuestras respuestas. En esta noche, creo que estas preguntas pueden ser contestadas por cada uno de nosotros. Y en esta noche, creo que la construcción aquí en la tierra del reino de los cielos solo será posible si nos damos el tiempo para responder a estas preguntas con compromiso y valentía.

El Talmud nos enseña que la primera pregunta que se nos realizará al llegar al cielo es: Nasata veNatata beEmuna? Lo cual puede ser traducido como: ¿Te condujiste con honestidad en tus relaciones comerciales?
Sorprendente, ¿no? La primera pregunta con la que nos recibirán en las alturas no apela ni a elevadas cuestiones metafísicas ni a encumbradas verdades filosóficas. La primera de las preguntas últimas, la base innegociable sobre la cual seguir preguntando, nos interpela en relación a la calidad de nuestras relaciones comerciales. ¿Fuimos honestos con nuestros clientes? ¿Fuimos sinceros con nuestros proveedores? Nasata veNatata beEmuna?
Esta pregunta refleja la visión judía que nos dice que si no somos honestos en nuestros negocios, tampoco seremos personas de fiar en nuestras relaciones personales. Si no sabemos preservar la dignidad de nuestros semejantes en nuestras transacciones, ¿cómo seremos dignos de merecer la confianza de nuestros seres queridos en ámbitos mucho más íntimos y personales? Y, de hecho, si preferimos la codicia a la honestidad, ¿qué es lo que estamos haciendo en las puertas del cielo? Nasata veNatata beEmuna?
En esta noche, al reflexionar sobre esta primera pregunta recordamos que no hace tanto tiempo se enjuició a la planta de producción de carne kasher más grande de los Estados Unidos por maltratar a sus empleados, mientras que Bernie Madoff era condenado a 150 años de prisión por estafar a sus clientes en una cifra superior a los 50.000 millones de dólares.
En esta noche, al reflexionar sobre esta primera pregunta recordamos que a la hora de la hora de nada nos servirá comer kasher si no somos kasher, y de nada nos servirá el éxito en los negocios si no tratamos con bondad, equidad y entereza tanto a nuestros clientes como a nuestros empleados. Por eso, hoy preguntamos: Nasata veNatata beEmuna?
En el libro de Génesis se nos relata que nuestro patriarca Iaacov literalmente engañó a su padre para recibir la bendición del primogénito. El texto nos cuenta que cuando Iaacov se vistió con las prendas de su hermano Esav e ingresó en el recinto de su padre, Itzjak le preguntó: Mi ata bni? ¿Quién eres, tú, hijo mío? (Gn. 27:18). Ese mismo interrogante es el que se nos preguntará a todos cuando nos llegue el día del juicio final: ¿Quién eres? ¿Eres en realidad quien dices ser? ¿Supiste llevar adelante todas tus relaciones con honestidad? ¿O fuiste presa de la malicia, de la avidez y de la hipocresía? Nasata veNatata beEmuna?
Hacer Teshuva sobre este primer interrogante en esta primera noche de Rosh haShana es una tarea indelegable, ya que la construcción aquí en la tierra del reino de los cielos solo será posible si nos damos el tiempo para responder a esta pregunta con compromiso y valentía.

Nos cuenta nuestra tradición que aquellos que dieron una buena respuesta a la primera pregunta, aquellas personas honestas y confiables, oyen en ese mismo momento un segundo interrogante. La segunda pregunta que nos harán al llegar al cielo será: Asakta bePria uRevia? ¿Te dedicaste a procrear?
Lo que a primera vista parecería ser una pregunta de biología, es en realidad una pregunta de sentido, de trascendencia y de continuidad. En el cielo, en el día del juicio, a la hora de la hora, se nos llamará para saber si hemos dejado una huella positiva en el mundo en general, y en aquellos que nos rodearon y acompañaron durante nuestra existencia en particular. Asakta bePria uRevia?
¿Recuerdan cuando fueron padres? ¿Recuerdan que antes de salir del hospital con sus hijos recién nacidos la enfermera tomó su pie y dejó su primera huella en el certificado de nacimiento? Cada uno de nosotros comenzó su vida dejando esa pequeña huella en ese primer papel. Y por eso, no es casual que la segunda pregunta que nos hagan al llegar al cielo sea aquella que busca averiguar si fuimos capaces de traducir dicha marca de papel en un impacto real y positivo.
Por eso mismo, este no es un interrogante que sólo se pregunta por nuestra capacidad reproductiva. En su nivel más profundo, en el cielo nos preguntarán sobre nuestra capacidad formativa. ¿Fuimos capaces de invertir calidad de tiempo con nuestras familias, nuestras amistades, y nuestras relaciones? ¿O no pudimos dejar de caer en la eterna tentación de escribir un email más, de realizar un llamado telefónico más, de embarcarnos en un viaje de negocios más, y todo a costa de quienes más nos querían y nos necesitaban? Asakta bePria uRevia?
Preguntar por la continuidad es preguntar por la transmisión. Y es por eso que al llegar al cielo, no vamos a poder escaparnos de la pregunta que inquiere sobre el valor de la educación en nuestras propias vidas. No desde las instituciones, sino desde el ejemplo que cada uno de nosotros supo darle a los más jóvenes. ¿Fuimos capaces de transmitirle a las generaciones venideras los valores que nos ayudan a hacer de este mundo un mundo mejor? ¿Supimos encontrar los tiempos y los recursos para marcar la diferencia? Asakta bePria uRevia?
Hacer Teshuva sobre este segundo interrogante en esta primera noche de Rosh haShana es una tarea indelegable, ya que la construcción aquí en la tierra del reino de los cielos solo será posible si nos damos el tiempo para responder a esta pregunta con compromiso y valentía.

Sólo aquellos que fueron honestos en sus relaciones comerciales y dejaron una huella positiva en el mundo, serán llamados a responder a la tercera de las preguntas celestiales: Kavata itim laTora? ¿Fijaste tiempos específicos para el estudio de la Tora?
Esta tercera pregunta no es sino la continuación lógica de la anterior. Ya que nadie puede verdaderamente transmitir y educar si antes no se tomó el tiempo para invertir en su propia formación.
En épocas en las que estamos acostumbrados a un modelo según el cual estudiamos (o intentamos estudiar) ordenadamente durante los primeros 25 años de nuestras vidas para luego no hacerlo nunca más, nos encontramos con una pregunta que deja ver la posición de la tradición judía en relación al aprendizaje continuo y sistemático. ¿Pudiste hacerte del tiempo necesario en tu semana para sentarte y estudiar? Kavata itim laTora?
El ejemplo más claro en el judaísmo de este amor por el estudio continuo se encuentra en lo que se llama Daf Iomi, o el estudio de una página del Talmud por día. Este proyecto, llevado adelante por muchísima gente alrededor del mundo, planifica la lectura íntegra del Talmud en un período de siete años y cinco meses, solo para volver a empezar una vez que concluimos con la tarea.
Cuando en el cielo se nos pregunte si fijamos tiempos para el estudio de la Tora, se nos estará preguntando por nuestra capacidad de planificar a corto, mediano y largo plazo, y sobre nuestra capacidad de aferrarnos a prácticas virtuosas que nos enriquecen con el correr del tiempo.
Cuando en el cielo se nos pregunte si fijamos tiempos para el estudio de la Tora, se nos estará preguntando si supimos alimentar nuestra curiosidad, extendiendo nuestros intereses más allá de aquello que ya conocíamos.
Se nos estará preguntando si tuvimos la capacidad y apertura espiritual para poder aprender de cada uno de los que nos rodean, haciéndonos eco de que para nuestra tradición, sabia es aquella persona que pudo aprender de todos los demás.
Se nos estará preguntando si supimos sostener con nuestra presencia y con nuestros recursos a las instituciones educativas que ofrecen las estructuras para que nosotros podamos hacer uso de ellas.
Y se nos estará preguntando si sostuvimos con orgullo y amor a nuestra comunidad.
En esta tercera pregunta, y por sobre todas las cosas, desde el cielo querrán saber qué es lo que hicimos durante nuestra vida en relación a nuestra identidad judía. ¿La nutrimos? ¿La abrazamos? ¿La fortalecimos? ¿O la abandonamos? Kavata itim laTora?
Hacer Teshuva sobre este tercer interrogante en esta primera noche de Rosh haShana es una tarea indelegable, ya que la construcción aquí en la tierra del reino de los cielos solo será posible si nos damos el tiempo para responder a esta pregunta con compromiso y valentía.

Entonces:
¿Fuimos honestos en nuestras relaciones comerciales?
¿Fuimos capaces de dejar una huella significativa en nuestros seres queridos?
¿Supimos establecer una rutina que incluya el crecimiento significativo de nuestro ser a partir del estudio y el aprendizaje continuos?

El año recién comienza. Y mañana continuaremos con otras tres preguntas celestiales.
Mientras tanto, quiera Ds que podamos tomarnos el tiempo para reflexionar sobre estas tres primeras preguntas, a fin de que no tengamos que esperar a que sea demasiado tarde, para encontrarnos con las respuestas.

Shana Tova uMeborajat!
Rabino Joshua Kullock

[Basado en el Talmud, Shabat 31a y reflexiones de Ron Wolfson]

SHABAT HAAZINU - SHABAT SHUVA

11 de Septiembre de 2010 - 3 de Tishrei de 5771

CAMPAÑA DE NUEVOS MIEMBROS
En la Comunidad Hebrea de Guadalajara continuamos trabajando por construir una Kehila cada vez más fuerte y activa. Y es por eso que no queremos que te quedes afuera.
Si nunca has sido miembro de nuestra institución, y no tienes ningún adeudo con otras instituciones de la colectividad judía de la República, te invitamos a que puedas sumarte a nuestro proyecto comunitario de manera absolutamente GRATUITA y por un período de SEIS MESES. La campaña incluye el acceso a nuestras Tefilot de Rosh haShana y Iom Kipur.
Si quieres conocer un poco más sobre nuestra filosofía y nuestro proyecto, te invitamos a ingresar
aquí y aquí.
¡Te esperamos!

ANFITRIONES

Con motivo del SEPTIMO ANIVERSARIO DE LA CHG, este Shabat, nuestros anfitriones serán los miembros de nuestra Junta Directiva. A todos ellos y a toda la comunidad les deseamos Mazal Tov!!!

FECHAS PARA IR AGENDANDO
Checa nuestras próximas actividades:
~ Domingo 12/9, 9.00 - Ceremonia de recordación en el Panteón
~ Domingo 12/9, 12.00 - Ceremonia de Tashlij en el Bosque de los Colomos
~ Domingo 19/9, 11.00 - Construcción comunitaria de nuestra Suca

CONVOCATORIA A ASAMBLEA

RECURSOS DE ROSH HASHANA

Estos son los horarios de encendido de velas para estos próximos días de Rosh haShana:
~ 1ra Noche - Miércoles 8/9: 19.44 hs.
~ 2da Noche - Jueves 9/9: después de las 20.35 hs. y usando fuego preexistente

A pocos días de Rosh haShana, queremos compartir con ustedes algunos recursos para prepararnos a conciencia en estos próximos Iamim Noraim. Esperamos que los disfruten:
~ Seder de Rosh haShana
~ ¿Por qué comemos comidas especiales en Rosh haShana? - Rabino David Golinkin
~ Reflexiones sobre los ritmos existenciales de Rosh haShana y Iom Kipur - Rabino David Hartman
~ Aperturas creativas - Rabino Joshua Kullock

LOS RABINOS DE LA UJCL
ESCRIBEN EL COMENTARIO DE LA PARASHA
Rabino Gustavo Kraselnik (Panamá)
Parashat Haazinu, la penúltima de la Torá está compuesta por 52 versículos de los cuales 43 corresponden al cántico de despedida de Moisés.
Como los otros poemas de la Torá (la bendición de Iaakov, Gen 49; el cántico del mar, Ex. 15; la fábula de Bilaam, Núm. 22-23; y la bendición de Moisés, Deut. 33) Haazinu está escrito en un hebreo antiguo que se refleja en el uso de estructuras gramaticales arcaicas así como en la utilización de palabras poéticas poco frecuentes.
Como introducción a la parashá, el rabino Mordejai Ederi z”l, en su notable traducción y comentario al Jumash, cita al Rabenu Bejaie (España siglo XIII): “La esencia de este cántico, es que Moshé devela ante el pueblo de Israel todos los acontecimientos de su futuro. Comienza desde la creación del mundo, de los pueblos, de Israel, finalizando en los días del Mesías.”
Sin embargo al adentrarnos en los detalles, las cosas no son tan claras. El uso de metáforas para anunciar sucesos futuros ha generado un sinfín de interpretaciones. Ante los enigmas que plantea el texto, ya el Midrash (Sifrei, Haazinu 322) plantea una fuerte discrepancia entre Rabi Iehuda y Rabi Nejemia. Para el primero, todo el poema hace referencia a Israel. Para el segundo, el cántico anuncia lo que le va a ocurrir a las otras naciones.
También para los investigadores modernos, las alegorías que plantea el poema hacen difícil su comprensión. Si bien reconocen la antigüedad del cántico, no se ponen de acuerdo sobre cuando pudo haber sido escrito (desde el siglo XII al VIII AEC.) ni a que enemigos va dirigido. (Samaritanos, cananeos, asirios, etc).
Más allá de las complejidades que plantea el poema, a mí me impacta como comienza: «Escucha, cielo, y hablaré. Oiga la tierra las palabras de mi boca”. (Deut. 32:1). Los comentaristas centran su análisis en la mención del cielo y la tierra.
Rashi (Francia, siglo XI) sostiene que poner por testigos al cielo y a la tierra se vincula con el deseo de Moisés de proyectar sus palabras más allá de su propia muerte, “los cielos y la tierra permanecerán allí por siempre.” Abraham Ibn Ezra (España siglo XII) cita la interpretación de Saadia Gaón: “Los cielos se refiere a los ángeles y la tierra a los seres humanos.”
En lo personal, siento que la fuerza de las palabras de apertura del cántico, radica en los verbos; en el atrevimiento de Moisés de hacerse escuchar, en exigir atención y en sentir que tiene algo para decir. Ya sea un mensaje que trascienda su tiempo (Rashi) o uno que incluya a todos (Ibn Ezra).
Eso es, entre otras cosas, lo que lo hace un gran líder. Su convicción de querer transmitir un mensaje y que éste sea escuchado. Un mensaje que incluya a todos. No decir aquello que las encuestas indican, no dejar de decir aquello que resta votos, sino hablar desde el corazón, diciendo lo que uno cree, lo que uno siente.
En una época de palabras vacías y devaluadas, en donde se escucha más a un asesor de imagen que a la propia conciencia, Moisés, “el hombre más humilde” nos muestra una vez más las líneas maestras de un buen liderazgo. Ideales, determinación, firmeza y la fuerza de unas palabras que además de ser bellas son capaces de trascender en el tiempo.
Shabat Shalom veShana Tova!

DESDE LA COMUNIDAD HEBREA DE GUADALAJARA TE DESEAMOS SHANA TOVA Y SHABAT SHALOM !!!