SHABAT TERUMA

16febrero2013 - 6adar5773

GRACIAS!
Desde el Kol HaKehila agradecemos a todos los que dirigieron Tefilot, hicieron el Dvar Tora y leyeron de la Tora durante este pasado Shabat. Gracias por tomar la responsabilidad y sostener la tarea desde el trabajo voluntario!

CURSO DE ADULTOS
PENSADORES JUDIOS CONTEMPORANEOS
Miércoles 13 de febrero a las 20.30 hs.
Edición especial a la memoria de David Hartman z"l 

Live Video streaming by Ustream


TORA DESDE GUADALAJARA
Seguimos estudiando las enseñanzas del Jasidismo.
"Plegaria y sexualidad"

PARA IR AGENDANDO!
PURIM 5773

Este año Purim se viene con una cantidad de actividades en la CHG!
Entre las diversas actividades planificadas:
- Competencia y premiación de máscaras
- Lectura de Meguila con preguntas y dulces
- Domingo de taquiza
- ... y más!
Agenden: Sábado 23 y Domingo 24 de Febrero!

MISHLOAJ MANOT
Como todos los años, la CHG organiza el envío de Mishloaj Manot, cumpliendo de esta manera con la mitzva de enviar (al menos) dos porciones de comida a nuestros seres queridos.
Si quieren participar este año, esto es lo que deben saber:
- Envío de 1 a 20 familias: 30 pesos cada uno
- De 21 familias en adelante: 25 pesos cada uno
- Toda la lista: 20 pesos cada uno
- No socios: 100 pesos por envío
- No socios (más de dos): 50 pesos cada uno
Para más información, te invitamos a que te contactes con administración!

*** IMPORTANTE: Las señoras de la CHG se reunirán el martes 19 para poder armar las bolsas y que sean enviadas antes del inicio de la festividad ***

LOS RABINOS DE LA UJCL
ESCRIBEN SOBRE PARASHAT HASHAVUA
Rabina Daniela Szuster (Costa Rica)
“Conforme con todo lo que yo te hago ver a ti, la forma del Tabernáculo y la forma de todos sus enseres; y así habréis de hacer. Habrán de hacer ellos un arca de maderas de acacias, dos codos y medio será su longitud y un codo y medio será su anchura y un como y medio será su altura” [….] “Y harás una mesa de madera de acacias, dos codos será su longitud y un codo su anchura y un codo y medio su altura…”  (Shmot 25: 9, 10 y 23).
Cada año, cuando volvemos a leer este texto, esta parashá, me pregunto por qué la Torá nos describe tantos detalles acerca de la construcción del Mishkán (tabernáculo) y todos sus elementos. ¿Acaso no alcanza con contarnos que tenían que construir un sitio especial para que resida D”s y se lleven a cabo todos los rituales religiosos?
Otro gran interrogante: ¿acaso D”s necesitaba, necesita, que le construyan un lugar para residir? ¿El D”s todopoderoso, creador del cielo y de la tierra, precisa que le hagamos un santuario?
Como siempre, se pueden encontrar diferentes respuestas a estos interrogantes. Una respuesta, que me parece muy perspicaz, elaborada por el Midrash mucho tiempo atrás, responde de la siguiente manera:
“Dijeron los hijos de Israel al Santo Bendito sea: los reyes de otros pueblos tienen santuarios con mesas, candelabros, altares, etc.; y tú que eres nuestro rey,  redentor y salvador ¿no te lo construiremos? Respondió D”s: hijos míos, ustedes son de carne y hueso y necesitan de esto, sin embrago, yo no lo necesito, entonces háganlo pero cuando yo se los ordene” (Midrash Hagadá Trumá).
Inmediatamente después que el pueblo creó el becerro de oro, algo tangible para adorar, es que aparecen las reglas de la construcción del Mishkán. Como dice este Midrash, al ver el pueblo de Israel que otros pueblos tenían grandes palacios para que residan sus dioses, se preguntaban: “por qué nosotros no haremos algo semejante para nuestro D”s”. ¿Qué dice D”s, según este Midrash? Yo no necesito de ninguna edificación, sin embargo, como sé que para ustedes es importante, lo harán pero cuándo y cómo yo se los ordene.
Siguiendo esta línea de pensamiento, Rambam sostiene que la construcción del Mishkán y los sacrificios en general  fueron un camino para alejar la idolatría que estaba arraigada en el pueblo,  una  concesión que hizo D”s para que, utilizando códigos de la cultura pagana, puedan alcanzar la idea monoteísta. Una especie de transición, limitando los sacrificios a un solo lugar y realizados sólo por los Cohanim (sacerdotes).
Pienso en esta imperiosa necesidad que tenía el pueblo de tener un lugar, una construcción, un edificio. A la vez, en la gran adoración que tenemos los seres humanos, a lo largo de la historia y hasta la actualidad, hacia los grandes edificios, las imperiosas construcciones. ¿Qué nos interesa ver cuando visitamos las grandes ciudades? Sus edificios, catedrales, palacios, etc. Nos fascina encontrarnos con esas inmensas edificaciones. ¿Será para creernos dioses, todopoderosos? ¿Para enorgullecernos de que también nosotros, los seres humanos, podemos hacer cosas grandiosas, como aquella torre de Babel que se nos cuenta en el libro de Bereshit?
Sin duda, tanto nuestros antepasados como nosotros, tenemos esa fascinación por las grandes arquitecturas. Y creo que nuestra tradición nos deja un mensaje muy relevante sobre este asunto. Se nos podría haber prohibido la construcción de un santuario, pero esto no sucedió. D”s pudo comprender este deseo humano y permitió que nos saciáramos hasta el punto de leer cada año los cientos de detalles acerca de la construcción.
No obstante, a lo largo de la historia, la tradición nos fue llevando a la primacía de construcciones  humildes más que grandes catedrales,  para encontrarnos y rezar. De hecho, según la Halajá, no se necesita un lugar específico para rezar, sino que cualquier hogar puede funcionar como una casa de rezos y de encuentros comunitarios.
¿Por qué? Como dice la Mishná: “Dijo Rabi Meir: al tistakel bakankan ela bema shiesh bo”, “No te fijes en la vasija sino en su contenido” (Pirkei Avot 4:27).
Son importantes las paredes pero mucho más, lo que se hace allí dentro. Se suele escuchar que a ciertos filántropos les fascina poder donar para la construcción de grandes edificios y muy poco, en proyectos comunitarios, educativos, de acción social, etc.; en aquellas cosas que no son tan visibles a nuestros ojos pero que son las que realmente mantienen viva la llama de la tradición y que dan calor y sentido a la edificación.
Siguiendo el mensaje de Parashat Trumá, no está mal visto construir edificios, con la condición de que logremos colmarlos de contenido, de ética, valores, educación, compasión y buenas acciones. El gran desafío es poder buscar un equilibrio entre nuestras fuertes ambiciones de construir inmensos palacios y tener la sabiduría de llenarlos con significado, transmisión, y sentimiento de hermandad. 
Quiera  D”s que encontremos la manera de llenar los edificios de nuestras Kehilot y también de nuestros hogares, con contenidos de calidad, con estudio y práctica de nuestros valores, vivencias y experiencias judías y que no se construyan para ostentar y fascinar, quedando como imperiosas edificaciones desoladas y vacías de valores de nuestra tradición.
Shabat Shalom uMeboraj!
DESDE LA COMUNIDAD HEBREA DE GUADALAJARA
TE DESEAMOS SHABAT SHALOM !!!

No hay comentarios.: