¿El Nobel de la Paz en manos del Caballero de la Guerra?

por María Elena Moel. Octubre 2009.

A unas semanas de que el Presidente de los Estados Unidos, Barak Obama, fuera galardonado con el premio Nobel de la Paz, la polémica todavía no termina. (1) Más de uno ha juzgado de prematura la decisión del Comité, y otros la han calificado de abiertamente equivocada: ¿Cómo se explica otorgar dicho premio precisamente al presidente del país que sostiene, no una, sino dos guerras y amenaza constantemente al mundo con ingresar en más de juzgarse “necesario”? (2) ¿Qué estatura moral puede tener el presidente del país que posee más armas nucleares? Parece inevitable preguntarse: ¿Realmente se puso el premio Nobel de la Paz en manos del Caballero de la guerra?
Todos sabemos que la administración Obama “heredó” de la anterior el difícil escenario político y financiero que prevalece a nivel mundial, y estamos consientes además de que en la agenda presidencial hay otros temas importantes, como implementar las medidas públicas necesarias para enfrentar la crisis financiera y el desempleo, lograr la reforma al sistema americano de salud y elaborar un plan de ordenamiento migratorio que al mismo tiempo resguarde los derechos humanos de los migrantes sin menguar la seguridad nacional,todos ellos abonan al enfrentamiento interno, no sólo con la derecha republicana, sino también con los intereses corporativos y especialmente con las cúpulas militares que se oponen al retiro de las tropas americanas (3). Pero aún cuando el presidente Obama no inició las invasiones en Afganistán e Irak, si tiene hoy la responsabilidad y la posibilidad de terminarlas.
Sobre esta base es válido preguntarse: ¿No hubiera sido más ortodoxo esperar a que efectivamente los Estados Unidos pusieran fin a ambas guerras? ¿Se puede calificar de prematura la entrega del premio? Muchos argumentan que este alto honor se había entregado como un reconocimiento a acciones concretas en favor de la paz, y a tan sólo nueve meses de haber asumido la presidencia, Obama no ha tenido el tiempo suficiente para demostrarle a los americanos,(4) ni al mundo, cómo piensa retirar sus tropas y mantener cierto grado de seguridad y estabilidad para los pueblos Afgano e Iraquí.
Es cierto que desde su campaña, y tan pronto asumió la presidencia, Barak Obama se ha presentado a sí mismo como el Embajador de la paz y ha dado pequeños pasos en ese sentido, en varios de sus discursos puso de manifiesto su interés por mejorar la deteriorada percepción mundial que se tiene de los Estados Unidos, y que no es muy distinta de la que los propios americanos tienen de su país.(5) De igual manera, y en cumplimiento de su promesa de campaña, ordenó el cierre de la aberrante cárcel de Guantánamo (previsto para enero del 2010) y ha mostrado un renovado enfoque hacia el mundo musulmán(6). También en la ONU, frente a todas las naciones, Barack Obama se comprometió con el tema del cambio climático, y especialmente con el del desarme nuclear.
El cambio en el discurso resultaba indispensable, después de todo en política la forma es fondo, sin este giro de 180 grados resultaba imposible mantener el muy cuestionado liderazgo americano en el mundo, un mundo que aunque cómplice de la invasión en Afganistán, desde el principio se opuso a participar en la invasión a Irak (7) y que a ocho años de desatada “la guerra contra el terrorismo” no puede ocultar ya su desaprobación y desgaste (8). Un mundo que no se traga más el cuento de que la seguridad nacional y la prevención de “más” ataques lo justifica todo: desde la invasión de un país, hasta la violación de los derechos humanos, empezando por los encarcelamientos ilegales y la tortura de los supuestos terroristas. Pero ¿Fueron estas promesas de cambio suficientes para hacerlo merecedor de tan preciado galardón?
Con esa interrogante en mente varios medios internacionales acudieron a entrevistar directamente a algunos miembros del Comité del Nobel, quienes declararon que desde un inicio la candidatura de Obama contó con el apoyo del presidente del mismo, Thorbjorn Jagland, a pesar de la fuerte oposición de otros miembros, pero poco a poco el argumento de los esfuerzos diplomáticos mostrados por Obama, y el cambio de rumbo en la política exterior de los Estados Unidos lograron una mayoría a favor del premio.(9)
En este contexto no califico de prematuro el reconocimiento, lo califico de genial y visionario, este premio pasa más por el tema de que en la persona de Barack Obama se encarnan varios de los ideales actuales, después de todo, en la figura del Presidente de los Estados Unidos coinciden el éxito de un joven y atractivo abogado egresado de Harvard, que logró lo que hasta hace muy poco, parecía una locura inalcanzable: ser el primer afro-americano en ganar la presidencia del país más poderoso del mundo, rompiendo con ello el prejuicio racial, todavía muy presente en la historia del pueblo americano.
Muy seguramente el premio tiene más que ver con el hecho de que Obama tiene hoy la posibilidad real, no sólo de influir, sino de modificar radicalmente la política internacional, yendo más allá de los discursos, pasando a las acciones específicas en pro del ambiente, en pro del desarme y en concreto a favor de la paz que todos esperamos. Y aunque sé que después de la era Bush cualquiera parece un pacifista y que no ser Bush tampoco implica ser la Madre Teresa de Calcuta, para mí la entrega del Premio Nobel de la Paz no fue a dar a manos del Caballero de la Guerra, quedó en las manos adecuadas, en las del Caballero Blanco, Embajador de la Paz, curiosamente llamado Barack Hussein Obama.
Michael Moore, acérrimo crítico de la administración pasada, proyecta la victoria electoral del candidato demócrata como un respiro de alivio mundial, como una señal positiva que en sí misma lo hace acreedor al premio, pues el mundo entero vio en Obama una promesa de paz. Por si esto fuera poco históricamente este reconocimiento se ha entregado a quienes han luchado en contra de la discriminación.(10)
Quizás la máxima distinción de su clase a nivel mundial fue entregada, más que como un premio a los hechos consumados en favor de la paz, como un aliciente para cumplir las promesas, para pasar de los discursos a la acción. Quizás el Comité del Nobel deliberadamente se adelantó, como una manera de hacerlo consiente de las esperanzas puestas en él, del apoyo mundial con el que cuenta y de la gran responsabilidad que esto implica. De nada nos servirá decir dentro de cuatro años, que Barack Obama pudo cambiar el rumbo de la historia, que tuvo en sus manos la posibilidad de hacer realidad el muy loco sueño de lograr un mundo sin guerras, un mundo sin armas nucleares, un mundo en paz. Quizás este es el Premio Nobel de la Esperanza y él lo sabe.

“No lo veo como un reconocimiento de mis logros, sino más bien como una afirmación del liderazgo estadounidense en representación de las aspiraciones populares en todas las naciones”. Barack Hussein Obama

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María Elena Moel es egresada de la carrera de Derecho de la Universidad Panamericana, Campus Guadalajara, obtuvo el grado de Maestría en derecho (LLM) de la Universidad de Cornell, NY. Ha sido profesora de la Materia de Derecho Internacional en la Escuela de Empresariales de la UP y actualmente también en la Universidad del Valle de México Campus, Zapopan.

Referencias y notas al pie de página
1. El Presidente Felipe Calderón le expresó sus más altas felicitaciones, e hicieron lo propio los secretarios generales de la ONU y OEA, Ban Ki-moon y José Miguel Inzulsa, respectivamente. Por otro lado abiertamente declararon su rechazo al premio otros galardonados de la talla de Lech Walesa (Premio Nobel de la Paz 83 y ex presidente de Polonia) y el argentino Adolfo Pérez Esquivel (80).
2. Declaraciones de Hillary Clinton respecto a Irán y Corea del Norte. La jefa de la diplomacia estadounidense, advirtió que Estados Unidos "mantiene abierta la puerta a Irán", aunque está preparado para reforzar los sistemas de defensa de sus países vecinos si persiste en desarrollar su programa nuclear. "Mantendremos la puerta abierta (para negociar con Irán) pero hemos dejado claro que emprenderemos acciones, como he dicho una y otra vez, trabajando para mejorar la defensa de nuestros socios en la región", dijo Clinton en Bangkok durante una entrevista con el canal estatal de la televisión tailandesa. Mundo 22 julio 2009 Resaltado de la autora.
3. Unos 65 mil soldados estadunidenses están en Afganistán, donde lideran las labores de la alianza internacional para combatir a los talibán, pero la cúpula militar, empezando por el comandante estadunidense en Afganistán, el general Stanley McChrystal, reclama a Obama otros 45 mil soldados suplementarios, en momentos en que el conflicto es cada vez más impopular entre la opinión pública de Estados Unidos. EFE, AP y Reuters 22 oct 2009
4. “Obama is moving too slow for most of us -- but he needs to know we are with him and we stand beside him as he attempts to turn eight years of sheer madness around. Who could do that in nine months?”[Para la mayoría de nosotros (demócratas que votamos por él) Obama camina muy lento—pero él necesita saber que estamos con él, que nos mantenemos a su lado mientras trata de revertir ocho años de franca locura. ¿Quién puede lograrlo en nueve meses?] Octubre 11, 2009 Michael Moore. Traducción de María Elena Moel.

5. “We invaded two nations that didn't attack us, failed to find the real terrorists and, in effect, ignited our own wave of terror. People all over the world wondered if we had gone mad. [(Nosotros los americanos) Invadimos dos naciones que no nos atacaron, fallamos en encontrar a los terroristas reales y, en efecto, encendimos nuestra ola de terror. La gente en todo el mundo se preguntaba si nos volvimos locos. Octubre 11, 2009 Michael Moore. Traducción de Mará Elena Moel.
6. Discurso en la Universidad del Cairo pronunciado el 4 de junio 2009. Muy recomendable conocer este documento, para una transcripción completa del mismo en idioma español utilizar el siguiente link: http://www.elpais.com/elpaismedia/ultimahora/media/200906/04/internacional/20090604elpepuint_2_Pes_PDF.pdf
7. En la Asamblea General de las Naciones Unidas (12/sept./02) el entonces presidente de los Estados Unidos, George W. Bush expuso lo que denominó la doctrina de “la guerra preventiva” (hasta ese momento las doctrinas aceptadas en el ámbito del Derecho Internacional de la Guerra eran las de la guerra de agresión y la guerra legal). Con sus argumentos W. Bush buscaba el apoyo mundial para vengar los ataques del 11 de septiembre de 2001 a las Torres Gemelas de Nueva York. El pleno de la Asamblea General no aprobó dicha acción. Una coalición integrada por EE.UU., Inglaterra y España invadió Irak y derrocó al dictador Sadam Hussein.

8. We are weary, weary of war. The trillions that will have gone to these two wars have helped to bankrupt us as a nation -- financially and morally. To think of all the good we could have done with all that money! [Estamos desgastados, desgastados por la guerra. Los trillones (de dólares) que habrán ido para estas guerras nos han llevado como nación a la bancarrota--- financiera y moral. ¡Pensar en todo el bien que se pudo hacer con ese dinero! Octubre 11, 2009 Michael Moore. Traducción de María Elena Moel.
9. Excelsior 16 de octubre 2009

10. “At precisely 11:00pm ET on November 4, 2008, Barack Obama won the Nobel Peace Prize. And the 66 million people who voted for him won it too … billions of people around the globe were already breathing a huge sigh of relief. It was as if, in that instant, one man did bring the promise of peace to the world…Never before had the election of one man made every other nation feel like they had won, too. When you've got billions of people ready, willing and able to join a cause like this, well, a prize in Oslo is the least that you deserve”. [Precisamente a las 11 pm hora del este del 4 de noviembre del año 2008, (al ganar las elecciones) Barack Obama ganó el Premio Nobel de la Paz. Y los 66 millones de personas que votaron por él ganaron también…billones de personas alrededor del mundo respiraban en aliviados. Era como si, en ese instante, un hombre trajera la promesa de la paz al mundo… Nunca antes la elección de u hombre hizo sentir a las otras naciones como que ellas también ganaron. Cundo tienes a billones de personas listas y dispuestas a unirse a una causa como ésta, bueno, un premio en Oslo es lo mínimo que te mereces]. Michael Moore, publicado el 11 de octubre 2009 Traducido por María Elena Moel.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Un escrito muy abundante en información. Gracias.

Anónimo dijo...
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