SHABAT SHLAJ LEJA

21 de Junio de 2008 - 18 de Sivan de 5768

Parasha:
Números 13:1 - 15:41
Haftara: Josué 2:1-24

Encendido de Velas: Viernes 20:18 hs.
Motzaei Shabat: Sábado 21:14 hs.

Encendido de Velas del Próximo Shabat: 20:19 hs.

FAMILIA ANFITRIONA
Este Shabat, nuestros anfitriones son Carlos y Yetta Rabinovitz y Saby, Miriam, Gina y Alejandro Litchi !
A ellos les decimos: Mazal Tov !


PROXIMAS ACTIVIDADES
FECHAS IMPORTANTES
~ Jueves 19/6
Este jueves realizaremos varias actividades importantes:

17.00 hs. - Última Clase de Talmud Tora
19.30 hs. - Reunión de Padres del Talmud Tora
20.00 hs. - SUBASTA DE CUADROS DE IOM IERUSHALAIM
20.45 hs. - Cena Israelí-Ashkenazi-Sefaradi

Te invitamos a que nos acompañes en esta última gran actividad antes de las vacaciones. Te esperamos!

PENSAMIENTOS CONTEMPORANEOS...
“En una sinagoga con programas, se asume que las personas encontrarán algo que se ajusta a sus necesidades. Por mucho, sin embargo, la mayoría de los nuevos miembros son dejados para que elijan solos cómo conectarse con la comunidad sagrada de alguna manera significativa. En la sinagoga del siglo veintiuno, este es un momento clave para el desarrollo de un proceso de introducción que trae al individuo a una sinagoga de relaciones.
En la raíz del problema de retener a los miembros existe la falsa asunción de que una vez que una persona se une a una congregación, no hay necesidad de continuar construyendo la relación entre el nuevo miembro y la comunidad […] cuando los miembros de la congregación logran conectarse con solo cinco o siete personas, eso ayuda a que la persona mantenga un involucramiento en la congregación. Esto explica por qué los pequeños grupos son tan importantes en la sinagoga del futuro […] Crear una relación con la congregación depende básicamente de crear relaciones con otros miembros de la comunidad sagrada.”
Dr. Ron Wolfson, “The Spirituality of Welcoming,” p. 171

COMENTARIO DE LA PARASHA
Rabino Gustavo Kraselnik
Congregación Kol Shearith Israel, Panamá
No es necesario ser un especialista en estrategias de espionaje ni un fanático de las películas de James Bond para saber que enviar doce espías a una misión es una decisión poco inteligente. Si el éxito depende de la discreción, una docena de enviados presagia un final calamitoso.
40 años en el desierto, un año por cada día que duró la misión (Nm 14:34), es la severa consecuencia de un proyecto mal pergeñado y peor implementado que, tal como parece en Parashat Shlaj Leja, estuvo a punto de terminar con la incipiente historia de nuestro pueblo.
De acuerdo al inicio de nuestra Parasha, la propuesta de enviar doce espías a recorrer la tierra prometida proviene de Dios (Nm. 13 1-2):
Dijo Dios a Moisés: "Envía (Shlaj Leja) unos hombres a explorar el país de Canaán, que yo doy a los israelitas; enviarás a un hombre por cada una de sus tribus paternas, todos ellos jefes de tribu".
Al regresar, diez de los doce enviados dieron un reporte sumamente negativo que potenció la frustración del pueblo. Por el contrario, Ioshua (Josué) bin Nun de la tribu de Efraim y Caleb ben Ifune de la tribu de Iehudá, creyeron en la factibilidad de la conquista aunque sus palabras no pudieron evitar un nuevo foco sedicioso en el seno de los israelitas.
Cuarenta años más tarde, hablando a la nueva generación nacida en el desierto, Moisés, relata una versión diferente del origen de la misión. Allí indica que la iniciativa de enviar los espías fue del pueblo y él tomó la responsabilidad de implementarla (Dt 1:22-23):
Pero ustedes se acercaron a mí para decirme: "Enviemos delante de nosotros algunos hombres para que exploren la región y nos informen sobre el camino que debemos tomar y sobre las ciudades a las que debemos entrar". La idea me pareció buena, y yo designé a doce de ustedes, uno por cada tribu.
El midrash (Bemidvar Raba 16:8) armoniza ambas versiones, a partir de interpretar puntillosamente las primeras palabras de nuestra parasha: Shlaj Leja, envía para ti, es decir, Dios dice: “para tu propósito (y no para el Mío), Yo te he dicho que la tierra es buena y que te la voy a entregar. Si tu necesitas confirmación humana, adelante, envía espías.”
Para los sabios, es claro que la idea es del pueblo y además no es buena. Lograr que doce espías pasen desapercibidos no es una tarea fácil y requiere de ayuda divina. En esa dirección, Otro midrash (Tanjuma Shlaj 7) afirma que Dios envió una plaga a la tierra de Canaan para que sus habitantes, ocupados en enterrar sus muertos, no prestaran atención a la delegación israelita.
Otra forma de nuestros maestros de expresar su crítica al plan de Moisés, surge de la elección de la Haftará que complementa nuestra Parashá. Tomada del capitulo 2 del libro de Josué, relata las peripecias que tuvieron que atravesar los dos (sólo dos) espías enviados a Jericó para obtener información y lograr apoyo logístico local para la posterior conquista. La contraposición de ambos relatos, deja plasmada la poco inteligente decisión de Moisés.
Podríamos preguntarnos que llevó al gran líder a realizar esta propuesta.
Conjeturemos. El inicio de la marcha por el desierto no fue un lecho de rosas. Por el contrario, resultó un camino plagado de espinas. Como leímos en la parahsa pasada, las dificultades lógicas de la travesía despiertan las protestas del pueblo, los celos contra Moisés e incluso la nostalgia por retornar a Egipto.
Quizás, cansado de esta situación, desilusionado y decepcionado por la incomprensión del pueblo, Moisés, como todo líder, se ve tentado a recurrir a la demagogia. Por eso que mejor que ganarse el respeto de los lideres de cada tribu para fortalecer el apoyo popular.
Para quedar bien con todos, envía un espía por cada tribu (buena idea para las encuestas pero muy mala para poner en practica) a la tierra prometida (en donde efectivamente mana la leche y la miel pero que está habitada por otros pueblos a los que había que conquistar)
El resultado lo conocemos. Aquella noche de Tisha Beav, (según la Mishna, Taanit 4:6) fue decretado el deambular por el desierto cuarenta años, tiempo requerido para producir el recambio generacional indispensable para intentar la conquista.
La moraleja: La demagogia es mala consejera, incluso si uno es Moisés. Josué, su sucesor y participante de esta historia, aprendió la lección y cuarenta años después, con el asalto a Jericó, inicia la conquista de la tierra prometida.
Shabat Shalom

TITULARES DE LA SEMANA

DESDE LA COMUNIDAD HEBREA DE GUADALAJARA TE DESEAMOS SHABAT SHALOM !!!

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