Noach


5 de Octubre 2013 - 1 de Cheshvan  5774

Este viernes por la noche concluye el mes de Tishrei, por lo que en Shabat celebramos Rosh Jodesh Chesvan.  El sábado leemos la segunda Parasha del año: Noach.
El pasado viernes celebramos según nuestra tradición comunitaria Simja Torah.  Queremos agradecer de manera especial a todas las familias que participaron aportando comida tradicional Israelí y a Dany Fainstein, que con este servicio concluyó el ciclo de las festividades de fin de año en la CHG.  En verdad fue evidente el gran empeño que puso a este encargo y su cariño por nuestra Comunidad y su membresía.  Desde esta redacción le enviamos nuestro agradecimiento y un fraternal abrazo.  Esperamos verte pronto por esta tu casa. 
En la fiesta se rindió un homenaje muy sentido a las señoras que forman la primera generación de nuestra Comunidad.  Esta edición, cedemos el espacio de nuestro Blog a Eduardo Moel, miembro de nuestro Comité Permanente, con cuyo permiso reproducimos a continuación el discurso que pronunció en la CHG con motivo de dicho homenaje:
Jag Sameaj a todos. Para decir estas palabras vaya que vi mi suerte, no supe por dónde empezar. No sé si solamente dar las gracias, no sé si debiéramos ponernos de pie y aplaudirles, tal vez tratar de enumerar el esfuerzo y los logros realizados, o simplemente ponerlas de ejemplo de vida. Ninguna de las expresiones antes mencionadas sería suficiente para describir el esfuerzo de las personas a quien hoy homenajeamos.  No tienen un puesto especifico, no son el presidente o la presidente, el rabino o el tesorero, tampoco hacen grandes discursos, ni les interesa ser el foco de atención de la comunidad, pero sin ellas probablemente la comunidad no sería lo que es hoy. Estas importantes personas  a las que me refiero son la primera generación de señoras que participaron en la formación de esta comunidad y que hoy son pilar en su sostenimiento.  No existe tinta suficiente para hablar del rol de la mujer en el mundo en general y en el mundo judío en particular. Quien en su vida no tiene un agradecimiento hacia una mujer: madre, esposa, amiga, hija, por eso hoy es importante detenernos para agradecer a esta primera generación de mujeres.
Pero mis palabras van sobre otro derrotero, uno mucho más trascendental que el de felicitar, y es la capacidad de uno de percatarse, en mi caso demasiado tarde, que solamente aprendiendo del pasado puede uno realizarse en el futuro, demasiado tarde me entere que la mayoría de los problemas son simplemente consecuencia de no apreciar y dimensionar el pasado, tuve que cumplir varios años para entender que perdí tanto tiempo solucionando mis problemas cuando la solución estaba en una pequeña platica con mis abuelos, mis padres o mis maestros, creí que mis problemas nadie los había tenido y que además eran los más grandes y difíciles de solucionar, si tan solo hubiéramos pedido consejo a las señoras que hoy celebramos, probablemente en su experiencia hubiéramos encontrado pronta solución.
Quiero compartirles un tema, del cual estoy seguro nuestras homenajeadas estarán más que dispuestas a comprometerse, y que nosotros con ellas, y entre más rápido lo hagamos mejor. El reto que debemos asumir es el de detener el tiempo.
Es un desafío complicado, pero bien vale su sacrificio. Lo primero es poder lograr detener el tiempo, después vemos que hacemos con él. Bueno ¿y cómo lo hacemos?, el tiempo no se para dirán ustedes, pero el tiempo si se puede detener, y se detiene con la memoria. Cuando dejamos de recordar y olvidamos estamos expuestos a volver a caer en el error, a iniciar desde cero cualquier actividad, no avanzamos cuando no vemos nuestro pasado. Cuando hacemos el ejercicio de conocer nuestro pasado, nuestra vida parte desde el punto recordado en adelante, se es más cuidadoso con las palabras y las acciones y estás son a su vez más certeras y efectivas. A este ejercicio de recordar le llamamos detener el tiempo.
Es de suma importancia tener conciencia de lo trascendental que es para el pueblo judío detener el tiempo, preguntémonos ¿que sería nuestro pueblo si no tuviéramos memoria? No tengo la menor duda que esta obligación es de nuestros adultos mayores, son ellos quienes nos pueden proveer de la memoria que el joven carece, es imperante y obligatorio para las generaciones transmitir sus experiencias, el adulto está obligado a contarlas, el joven obligado a escucharlas. El pasado de nuestros adultos es nuestro presente, como nuestro pasado será el presente de nuestros hijos.
Nuestras señoras deben comprometerse a contar su vida a las generaciones que le trascienden, la obligación del joven es escuchar, porque en esas palabras de sabiduría, el joven que las reciba y entienda, muy probablemente, verá reflejado sus propios problemas, retos o sueños: personales, comunitarios o sociales, con la gran ventaja que él, sin sufrir en carne propia, sabrá como nuestros antepasados lo enfrentaron. Qué diferencia hace conocer como se resolvió tal o cual cuestión; tiempo ahorrado, sufrimiento evitado, logros mayores, qué más podemos pedir, creo que no mucho más.
Esto, que es conocido como la experiencia, nos permite preguntar ¿Si ya lo vivieron?, ¿cómo le hicieron frente?, ¿lo solucionaron?, ¿lo lograron?, deteniendo el tiempo y hablando con nuestro pasado, muy probablemente las señoras de nuestra comunidad nos puedan dar respuesta y así avancemos a pasos más firmes y mejores, evitando caer en los errores ya cometidos, y que en algunos casos son muy dolorosos. Una buena respuesta siempre nos facilitará el camino, y puedo estar seguro que las señoras nos sorprenderían con las respuestas, experiencias y soluciones con las que enfrentaron sus desafíos.  No perdamos la oportunidad de contactarnos con nuestro pasado.
 
Si este mismo pensamiento lo traspolamos a la vida comunitaria, pueden en este momento reconocer el cumulo de experiencia y conocimiento que no hemos aprovechado. Simplemente hagamos memoria, posiblemente algunos de los presentes tengan información de primera mano, no hace muchos años atrás, ubiquemos a nuestros antepasados llegando a un México de principios del siglo pasado, sin dinero, sin instrucción, huyendo de distintas situaciones personales, que difícil parece ser esa situación. Pero que hicieron esos antepasados que hoy de manera constante nos referimos a ellos, como modelos o ejemplos a seguir. Deduzco que lo que admiramos de ellos es que si se dieron cuenta de lo importante que era mantener la unidad judía, de lo importante que era invertir, posiblemente grandes partes de su capital para formar, no un patrimonio personal, sino un patrimonio comunitario, un lugar que posiblemente muchos de ellos no vieron porque nos dejaron antes de que se concluyeran las construcciones y las instituciones, esas historias se están perdiendo porque hemos renunciado a detener el tiempo. Señoras no dejen que eso nos suceda.
La historia nos enseña lo importante que es conocer nuestro pasado. Hagamos el símil entre ellos y nuestra comunidad. Nosotros no huimos de ningún lado, pero nos unimos para poder seguir viviendo como judíos, ¿ven alguna similitud?, ¿La entendemos?, muchos de nosotros estábamos al borde de relegar nuestro judaísmo y formamos la CHG. El origen de nuestros antepasados y el nuestro es similar. Si conocemos nuestro pasado y lo recordamos, posiblemente nos ayude a iniciar unos pasos adelante.
Si nuestros antepasados, sin tenerlas construyeron instituciones fuertes, y nosotros iniciamos esta comunidad sin ellas, pues ahí esta nuestra respuesta hay que iniciar haciendo instituciones fuertes aún cuando no nos toque verlas, es nuestra obligación. Cuando hablamos de instituciones, no hay que ir lejos, de nueva cuenta hagamos memoria y hablemos con nuestros antepasados, ellos hicieron instituciones educativas, religiosas y sociales, sólidas, ¿Por qué nosotros no las hacemos? Las señoras, hoy reconocidas, fueron parte de quienes iniciaron la formación de ellas, tengamos el valor de aceptar que no estamos descubriendo la vida en comunidad la estamos continuando, acerquémonos a conocer su historia.
Si le preguntamos a nuestras señoras como lograron crear esas instituciones, seguramente encontraremos como respuesta un simple: trabajando, proponiendo en vez de destruir, dando más de lo que nos corresponde, así se hicieron la instituciones, no pensemos que nosotros lo vamos a hacer de otra manera, porque la memoria y nuestro pasado nos han indicado que así se forman las comunidades, una vez hechas pues nos tocará crear nuevas formas de trabajo, pero la CHG está en plena gestación, sigamos los pasos de nuestros antecesores, ellos ya nos dijeron como.
Trabajemos para la comunidad es nuestro hogar en un mundo inmerso en la soledad. No inventemos, el pasado nos demostró que funciono, simplemente imitémoslo con nuestra realidad, no creamos que somos los primeros que viven lo que nosotros vivimos, no nos hagamos los mártires, desplazados o no queridos, porque ni somos mártires, ni nadie nos desplazo y nos queremos mucho mutuamente, simplemente trabajemos por lo que consideramos que es importante. No dejemos este presente como pasado a nuestros hijos, seamos un pasado de orgullo y de soluciones a sus problemas, trasmitamos lo importante que es tener un pasado lleno de buenas acciones que merezcan ser repetidas y recordadas. Logremos que la CHG siga siendo un modelo de vivencia judía a pesar de los pocos que somos, no es difícil hacerlo simplemente debemos hacer lo que es correcto, hablar lo que se debe hablar, cumplir nuestras promesas y comprometernos con la CHG.
A la primera generación de señoras de la CHG, les pedimos, no dejen de contar su pasado, no dejen de seguir comprometidas con la CHG y con el pueblo de Israel, no dejen que les digamos “no” a su historia, este será su verdadero legado, desde aquí les deseamos lo mejor hoy y siempre, gracias por estar siempre entre nosotros, Mazal Tov.

Se recibió en la comunidad el cartel de convocatoria a la cátedra Primo Levy. La CHG ha estado activamente involucrada con este esfuerzo desde el inicio del proyecto. ¡Apuntalo en tu agenda y no faltes!




Se recibió de la Comunidad de Costa Rica el siguiente comunicado, en relación con la Convención de la UJCL.


Quienes hemos tenido oportunidad de participar en las convenciones de la UJCL podemos asegurarles que realmente vale la pena involucrarse, tanto por la calidad de los eventos y expositores como por el gusto de encontrarse periódicamente con personas realmente comprometidas con sus Comunidades y su judaísmo, que viven a diario problemas y oportunidades semejantes a las que se presentan en nuestra querida CHG.

Los servicios religiosos, lecturas de Torah y drashot están a cargo de nuestros socios. Este Kabalat Shabat el servicio y drasha quedaron a cargo de Luis García. Todos los socios están invitados a participar. Para los que aún no se apuntan, ¡Anímense! Su apoyo es indispensable para dar continuidad y mantener el espacio comunitario operando con normalidad. Ahora que han pasado los Yamim Noraim su apoyo es aún mas importante.

Cualquiera de los socios que desee participar debe coordinarse con una de las siguientes personas:

Shajarit Jueves: Victor Moel
Kabalat Shabat: Luis Garcia
Shajarit Shabat: David Rosette

Para los “novatos” e incluso los “expertos” en la lectura, nuestro Socio David Rosette se ha voluntarizado para impartir clases de lectura en hebreo y en especial de lectura de Torah. Las clases empezarán en octubre y se darán los sábados después de concluido el servicio y desayuno. Pide informes con Glafira o David. ¡Se acabaron las escusas! ¡Apúntate!

Invitamos a todos nuestros lectores a apoyar nuestro blog con sugerencias, comentarios, artículos, videos y fotografías que consideren sean de interés común para los miembros de la Comunidad Judía. Por favor envíen sus propuestas usando el tab de "contacto" o enviando un correo electrónico a luisalmer@gmail.com.

LOS RABINOS DE LA UJCL
ESCRIBEN SOBRE PARASHAT HASHAVUA
 
Parshat Noaj
Rabino Daniel A. Kripper
Beth Israel Aruba
 
“Estas son las generaciones de Noaj, Noaj, hombre justo entre los hombres de su tiempo; Noaj caminaba con Dios (Gen. 6:9).
Este versículo inicial de nuestra parasha ha provocado un continuo debate acerca de la personalidad un tanto ambigua de Noaj.
Dos puntos de este versículo dan lugar a la lectura del Midrash. En primer lugar porque el texto precisa que Noaj era un hombre justo “entre los hombres de su tiempo.” ¿Cómo debemos entender esta frase aparentemente superflua? Mientras que algunos rabinos tratan de explicar esta precisión en beneficio de Noaj diciendo que si había sido justo en su generación en la cual predominaban los malhechores, tanto más justo hubiera sido entre los justos de generaciones posteriores otros hacen una lectura radicalmente diferente. Dado que la gente era tan abominable y malvada en la generación de Noaj, Noaj comparativamente hablando era un individuo justo. Era por así decirlo, el tuerto como rey en el país de los ciegos.
Así que a lo mejor mostró una pizca de bondad más que los otros seres humanos. Puede haber sido considerado y justo en su tiempo, pero si hubiera vivido más tarde, habría sido considerado un individuo nada excepcional.
En segundo lugar, el versículo plantea otra idea interesante, que “Noaj caminaba con Dios”. Clara evidencia de esto es que construyó el arca según lo que Dios le dictaba...le dio las instrucciones palabra por palabra, detalle por detalle mientras se preparaba para el diluvio.  Noaj metódicamente debe seguir el dictado de Dios; es casi un autómata en su comportamiento, aparentemente incapaz de ser proactivo o de tomar una decisión por sí mismo. Noaj está callado, sigue las instrucciones y camina con Dios. Sin embargo respecto a Abraham la Torá dice, “anda delante de Mí (Gen.17:1) Es decir que Abraham era capaz de abrirse su propio camino. Amén de confiar en el Creador, reconoció con profunda claridad las dimensiones buenas, morales y éticas en este mundo. Y así nuestro antepasado Abraham pudo avanzar en su camino espiritual, para que trascienda a todos los pueblos de la tierra.
Los sabios semejan esta situación con un rey que tenía dos hijos. Al más joven le dijo: “Toma mi mano y anda conmigo”. Mas al mayor le dijo: “Anda delante mi”.
Tal vez esta doble expresión expresa dos tipos de personalidad religiosa. Uno lleva una vida reglada por tradiciones y convenciones, y en base a su fe trata de conservar la herencia espiritual junto a otras personas que se cobijan en su arca personal.
El otro es el pionero del espíritu, quien como Abraham, visualiza nuevos horizontes, confrontando nuevas realidades y explorando nuevas posibilidades religiosas.
En la tipología de Ajad Haam, en su clásico ensayo “Kohen beNavi”, el cohen (sacerdote) es el conservador por excelencia, amparando a su pueblo bajo la protección de su arca (el templo). El profeta en cambio, es el avanzado de la aventura espiritual, cuyo límite es el cielo; el representa la celebración de la libertad humana.
Ambas orientaciones son necesarias, pues en la tensión dialéctica entre ellas, podemos todos encontrar un arca de apoyo religioso, y una reconfortante inspiración de vida.
Desde la Comunidad Hebrea de Guadalajara te deseamos
 
¡Shabat Shalom!

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