Motzaei Shabat: 20:16 hs.
Bendito seas Tú, Ad-nai, Ds nuestro Rey del universo que nos santificaste con tus Mitzvot y nos ordenaste encender la vela de este día festivo.
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~ Sábado 29/09 - 20:30 hs. - NUEVO HORARIO !!
Este sábado compartiremos algunos juegos entre padres e hijos para vivir una vez más la experiencia de reunirnos y festejar bajo nuestra Suca. Te esperamos!!
~ Jueves 04/10 - 20:30 hs.
COMENTARIO SOBRE JOL HAMOED SUCOT
Aparentemente, el Talmud nos enseña cuán apegados al cumplimiento de los preceptos eran los habitantes de Jerusalem. Pero de manera más profunda, se ve que aquí no hay una lección sobre las leyes del lulav, sino de Halajá (Ley Judía) y ética.
Está escrito: "Iba a visitar enfermos y consolar a los enlutados con su lulav en la mano", pero durante la festividad las costumbres del duelo están suspendidas. La fiesta es el "tiempo de nuestra alegría" y esta regla hace que la festividad anule o posponga la Shivá (los siete primeros días del duelo). Pero si eso es lo que dice la Halajá, ¿por qué el Talmud trae el ejemplo de una persona que visita y consuela a los enlutados con su lulav en la mano? Puesto que si no hay duelo, no hay enlutados. Y si no hay enlutados durante la festividad, no se puede cumplir con el precepto de consolarlos. Por lo tanto, una persona no podría consolar a los enlutados cuando está "con su lulav en la mano", porque no hay enlutados en Sucot.
Si es así, ¿de qué se trata todo esto?
El Rabino Shrira Gaón respondió de manera simple al dilema que surge de las palabras del Talmud: "Si bien no hay costumbres de duelo en los días de la festividad, sus amigos (del enlutado) van junto a él y se sientan con él para consolarlo". Si bien no se siguen las costumbres del duelo durante la festividad y por lo tanto tampoco rige el precepto de consolar a los enlutados, la persona de duelo todavía está sintiendo dolor y es de esperar que sus amigos vayan a consolarlo y a ayudarlo a sobrellevar su sufrimiento. A pesar de que según la Halajá no hay duelo, los enlutados todavía están tristes.
Con mucha frecuencia, escuchamos que hay personas que se deslindan de sus diferentes tipos de compromisos sociales o nacionales por una ferviente fe religiosa. Con mucha frecuencia, nos encontramos con personas faltas de amabilidad o de sensibilidad o que tienen hasta una conducta ofensiva, cuyo origen proviene de determinado tipo de entendimiento de las exigencias de la religión. Por un lado, la lealtad ciega a los detalles de la ley ocupa el lugar de la fe. El seguimiento al pie de la letra de cada mínimo detalle es considerado como correcto, y ser justo es más importante que ser bueno.
En su respuesta, el Rab Shrira Gaón nos demuestra que el Talmud no busca enseñarnos los mínimos detalles del ritual religioso y no busca imponernos nuevas leyes exigentes que comprueben nuestra entrega espiritual. El objetivo de la discusión halájica es enseñarnos valores. El objetivo no es que cumplamos un precepto de mejor manera, sino que seamos mejores personas.
A pesar de las exigencias de la ley y a pesar de la lógica halájica, si nuestra manera de entender la Palabra de Dios nos convierte en personas menos sensibles a las necesidades del otro, debemos examinar nuestro entendimiento. Si la lógica pura lleva a la insensibilidad o a la crueldad, debemos revisar nuestras premisas y verificar nuestras conclusiones. No debemos utilizar a la Halajá para oprimir nuestra naturaleza humana; tenemos prohibido aprovechar la orden Divina para justificar nuestra falta de sensibilidad hacia las necesidades de nuestros semejantes, o usar el yugo de los preceptos como excusa para eludir nuestros compromisos. Como aprendimos del Talmud, aunque no estén vigentes las costumbres del duelo, no estamos exentos de consolar a los enlutados con nuestros lulavim en las manos.
DESDE LA COMUNIDAD HEBREA DE GUADALAJARA TE DESEAMOS JAG SAMEAJ Y SHABAT SHALOM!!!