11 de Agosto de 2007 - 27 de Av de 5767
Parashá: Deuteronomio 11:26 - 16:17
Haftará: Isaías 54:11 - 55:5
Encendido de Velas: 20:08 hs.
Motzaei Shabat: 21:00 hs.
Encendido de Velas del próximo Shabat: 20:03 hs.
PROXIMAS ACTIVIDADES
¡¡FECHAS IMPORTANTES!!
Sábado 18/08 - 19:30 hs. - Actividad: Concluyendo etapas, cierre ritual de la casa en Alberta
Viernes 24/08 - 20:30 hs. - 1er. Kabalat Shabat en las nuevas instalaciones
Sábado 01/09 - 20:30 hs. - Inauguración de las nuevas instalaciones, Brindis por Rosh haShana y Festejos por el aniversario de la CHG
Miércoles 05/09 - 20:30 hs. - ASAMBLEA COMUNITARIA
SIETE SEMANAS DE CONSUELO
(Tercera Entrega)
Rabi Najman de Bretzlav acuñó la frase: "El mundo es un puente angosto, y lo principal es no tener miedo." Es en este espíritu que en estas semanas somos invitados a reflexionar, a repasar aquello que hemos hecho y aquello que hemos dejado de hacer. El desafío de hacer Jeshbon haNefesh, el desafío de contar y recontar el devenir de nuestro espíritu, puede ser una tarea ardua y compleja... pero no tenemos que temer.
A pocos días de comenzar el mes de Elul, compartimos con ustedes un video con la hermosa melodía que acompaña a la profunda frase de Rabi Najman, esperanzados en que en el nuevo año que comienza sepamos caminar reconciliados por el camino de la vida.
"Kol haOlam Kulo Guesher Tzar Meod
VehaIkar lo Lefajed klal"
COMENTARIO DE LA PARASHA
Rabino Bradley Shavit Artson
University of Judaism, Los Angeles
Existen ciertamente muchas razones para consumir nuestras vidas con preocupación. Los padres no llenan nuestras expectativas; los niños no viven según nuestras expectativas. Las esposas son demasiado humanas.
Más allá de estas decepciones se encuentran otros importantes factores: el envejecimiento, el miedo a la separación y mortalidad, la devastación de nuestro medio ambiente, las amenazas de guerras nucleares. Nuestras ciudades internas son inseguras; nuestra economía amenaza en caerse desde adentro. Y así sucesivamente. ¿Cómo podemos vivir en medio de todos estos pleitos y decepciones?
Muchos eruditos y filósofos, afectados por la aparente falta de sentido de la vida, aconsejan un retiro emocional de las pasiones de la vida para esta misma razón. Nada cambiará; nada mejorará. Vivimos y morimos, sin esperanza de lograr verdaderos avances sobre el entendimiento humano o la armonía. ¿Quizá sea entonces la desesperación la actitud más racional a ser cultivada? Quizás lo sea. Pero la gente nunca es absolutamente racional, y la vida es demasiado compleja como para caber en cualquier acercamiento singular. Para el hombre religioso, la vida es una maravilla constante. Sin tener que pedir vivir, sin haber hecho nada para merecer el regalo de la vida, el compañerismo, o la alegría, recibimos regularmente estos regalos en una abundancia asombrosa. La religión ayuda a restaurar nuestra gratitud hacia todo lo que recibimos sin esfuerzo. Servir a Ds implica una actitud de gratitud, una respuesta de alegría a las muchas maravillas del vivir:
Por el milagro de que los padres y los niños pueden pasar sus vidas conociéndose entre sí, creciendo en el aprendizaje de aceptar, apreciar, y amarse mutuamente como seres humanos independientes, y no simplemente como objetos para satisfacer sus el propias necesidades;
Por el milagro de poder construir y celebrar la comunidad – por la alegría de compartir las luchas y recompensas de nuestros semejantes;
Por el milagro de poder hacer este mundo un poco mejor, al cuidarlo un poco más, al hacerlo un poco más humano de cómo era cuando entramos en él;
Por el milagro de poder cultivar santidad en nuestra vida diaria, el milagro de la simja shel mitzva, la alegría de ser un judío y de observar los mandamientos de Ds; Por el milagro--quizás el más grande de todos--simplemente de ser: por tener la oportunidad de pensar, de sentir, de experimentar y de admirar. La mayor parte del tiempo tomamos la vida como si nos fuera concedida; asumimos que lo merecemos, de que tiene que venir a nosotros. En la muerte de un ser amado, esa ilusión se rompe. En momentos significativos de nuestras vidas, en el nacimiento, graduación, bar/bat-mitzva, casamiento, uno ve las maravillas de la vida, y por breves instantes apreciamos tanto a Quien da, como aquello que se nos da.
Parashat Re'eh nos transmite la centralidad de regocijarse cuando se nos instruye: "regocíjate ante el señor tu Ds." El judaísmo ha reconocido consistentemente una actitud de alegría como respuesta piadosa al amor abundante de Ds. Pues como el profeta Joel exclamó: "Regocíjate y estate alegre, porque el Señor ha hecho cosas grandes."
Mirar al mundo y ver esos grandes hechos requiere los ojos entrenados para hacerlo. En vez de tomando la belleza obvia de un día asoleado por sentado, en lugar de ignorar el hormigueo agudo del dolor, o el aire salado de una brisa del mar, nuestra tradición nos pide que cultivemos la apreciación, y más allá de la apreciación, el estremecimiento de sentirnos vivos. Nuestra tradición reconoce que oler un rosa puede ser un acto religioso. Lejos de insistir en un abandono de los placeres del mundo, el judaísmo insiste: "quien ha visto algo agradable y no lo ha sabido gozar será considerado responsable.” Rechazar un placer legítimo es disminuir la magnitud de nuestra vida, es rechazar el regalo más importante de Ds.
Gozar la vida es una manera de decir "gracias."
Y en el medio de gozar de los placeres de vivir, el judaísmo nos llama a recordar a todos aquellos que no pueden regocijarse sin nuestra ayuda. En las palabras del Rambam (12vo siglo España y Egipto), "la Tora nos sensibiliza para asegurar la alegría del necesitado, de los pobres, y del extranjero.” La alegría verdadera trasciende los límites estrechos del uno mismo y abraza a nuestros compañeros también.
La alegría cultiva amistad: con nuestras familias, nuestra comunidad, nuestragente, y con Ds.
Es una gran mitzva ser feliz.
Shabat Shalom.
Más allá de estas decepciones se encuentran otros importantes factores: el envejecimiento, el miedo a la separación y mortalidad, la devastación de nuestro medio ambiente, las amenazas de guerras nucleares. Nuestras ciudades internas son inseguras; nuestra economía amenaza en caerse desde adentro. Y así sucesivamente. ¿Cómo podemos vivir en medio de todos estos pleitos y decepciones?
Muchos eruditos y filósofos, afectados por la aparente falta de sentido de la vida, aconsejan un retiro emocional de las pasiones de la vida para esta misma razón. Nada cambiará; nada mejorará. Vivimos y morimos, sin esperanza de lograr verdaderos avances sobre el entendimiento humano o la armonía. ¿Quizá sea entonces la desesperación la actitud más racional a ser cultivada? Quizás lo sea. Pero la gente nunca es absolutamente racional, y la vida es demasiado compleja como para caber en cualquier acercamiento singular. Para el hombre religioso, la vida es una maravilla constante. Sin tener que pedir vivir, sin haber hecho nada para merecer el regalo de la vida, el compañerismo, o la alegría, recibimos regularmente estos regalos en una abundancia asombrosa. La religión ayuda a restaurar nuestra gratitud hacia todo lo que recibimos sin esfuerzo. Servir a Ds implica una actitud de gratitud, una respuesta de alegría a las muchas maravillas del vivir:
Por el milagro de que los padres y los niños pueden pasar sus vidas conociéndose entre sí, creciendo en el aprendizaje de aceptar, apreciar, y amarse mutuamente como seres humanos independientes, y no simplemente como objetos para satisfacer sus el propias necesidades;
Por el milagro de poder construir y celebrar la comunidad – por la alegría de compartir las luchas y recompensas de nuestros semejantes;
Por el milagro de poder hacer este mundo un poco mejor, al cuidarlo un poco más, al hacerlo un poco más humano de cómo era cuando entramos en él;
Por el milagro de poder cultivar santidad en nuestra vida diaria, el milagro de la simja shel mitzva, la alegría de ser un judío y de observar los mandamientos de Ds; Por el milagro--quizás el más grande de todos--simplemente de ser: por tener la oportunidad de pensar, de sentir, de experimentar y de admirar. La mayor parte del tiempo tomamos la vida como si nos fuera concedida; asumimos que lo merecemos, de que tiene que venir a nosotros. En la muerte de un ser amado, esa ilusión se rompe. En momentos significativos de nuestras vidas, en el nacimiento, graduación, bar/bat-mitzva, casamiento, uno ve las maravillas de la vida, y por breves instantes apreciamos tanto a Quien da, como aquello que se nos da.
Parashat Re'eh nos transmite la centralidad de regocijarse cuando se nos instruye: "regocíjate ante el señor tu Ds." El judaísmo ha reconocido consistentemente una actitud de alegría como respuesta piadosa al amor abundante de Ds. Pues como el profeta Joel exclamó: "Regocíjate y estate alegre, porque el Señor ha hecho cosas grandes."
Mirar al mundo y ver esos grandes hechos requiere los ojos entrenados para hacerlo. En vez de tomando la belleza obvia de un día asoleado por sentado, en lugar de ignorar el hormigueo agudo del dolor, o el aire salado de una brisa del mar, nuestra tradición nos pide que cultivemos la apreciación, y más allá de la apreciación, el estremecimiento de sentirnos vivos. Nuestra tradición reconoce que oler un rosa puede ser un acto religioso. Lejos de insistir en un abandono de los placeres del mundo, el judaísmo insiste: "quien ha visto algo agradable y no lo ha sabido gozar será considerado responsable.” Rechazar un placer legítimo es disminuir la magnitud de nuestra vida, es rechazar el regalo más importante de Ds.
Gozar la vida es una manera de decir "gracias."
Y en el medio de gozar de los placeres de vivir, el judaísmo nos llama a recordar a todos aquellos que no pueden regocijarse sin nuestra ayuda. En las palabras del Rambam (12vo siglo España y Egipto), "la Tora nos sensibiliza para asegurar la alegría del necesitado, de los pobres, y del extranjero.” La alegría verdadera trasciende los límites estrechos del uno mismo y abraza a nuestros compañeros también.
La alegría cultiva amistad: con nuestras familias, nuestra comunidad, nuestragente, y con Ds.
Es una gran mitzva ser feliz.
Shabat Shalom.
(*) Traducción: Isaí Barajas
TITULARES DE LA SEMANA
DESDE LA COMUNIDAD HEBREA DE GUADALAJARA
TE DESEAMOS SHABAT SHALOM!!!
No hay comentarios.:
Publicar un comentario