ANFITRIONAS
Este Shabat todas las madres de la CHG son anfitrionas.
Las esperamos para agasajarlas en su día!
SHAVUOT EN LA CHG
DIA DEL NIÑO
FOTOS!
CURSO DE ADULTOS
Este Shabat todas las madres de la CHG son anfitrionas.
Las esperamos para agasajarlas en su día!
SHAVUOT EN LA CHG
Martes 14 de mayo a las 20.30 hs: Arvit, Cena y Estudio de fuentes para celebrar el recibimiento de la Tora!
Miércoles 15 de mayo: 8am Shajarit; 8.30pm Arvit
Jueves 16 de mayo: 8am Shajarit (con izkor)
DIA DEL NIÑO
FOTOS!
CURSO DE ADULTOS
PENSADORES JUDIOS CONTEMPORANEOS
Miércoles 22 de mayo a las 20.30 hs.
Pensador: Mordejai Kaplan
DIA DE LA MADRE
ACTIVIDADES ESPECIALES
10 de Mayo: Organizaremos un Kabalat Shabat especial por el día de las madres. Aquellas señoras que quieran dirigir la tefila de Shabat, les pedimos que se pongan en contacto con nosotros!!
14 de Mayo: Las señoras de la WIZO organizarán una comida. Dicho evento contará con la presencia de señoras de la WIZO de Ciudad de México.
STEPHEN NASSER
EN GUADALAJARA
Stephen Nasser estará compartiendo el Kabalat Shabat del 24 de mayo con la Comunidad Hebrea de Guadalajara!!
LOS RABINOS DE LA UJCL
ESCRIBEN SOBRE PARASHAT HASHAVUA
Rabino Rami Pavolotzky (Costa Rica)
Rabino Rami Pavolotzky (Costa Rica)
Esta semana leemos Parashat Bemidvar, literalmente “en el desierto”. También comenzamos con la lectura del cuarto libro de la Torá, que lleva en hebreo el mismo nombre que nuestra parashá, aunque en español es conocido como “Números”. Vale agregar que esta parashá es leída generalmente en el Shabat previo a Shavuot, la fiesta de la entrega de la Torá, como sucede en el presente año.
Es interesante detenerse por un momento a pensar en el significado de que la Torá se haya entregado justamente en el desierto. Después de todo, que Dios haya elegido un lugar tan yermo e inhóspito para tan magno acontecimiento, no deja de sorprendernos. ¿Por qué se habrá entregado la Torá en el desierto?
El Midrash trae varias respuestas a nuestro interrogante. En primer lugar, el desierto no tiene dueño (¡o al menos no lo tenía en la época de la entrega de la Torá!). Por lo tanto, la Torá es patrimonio de todos y de nadie al mismo tiempo, ya que nadie puede clamar ser propietario de ella al haberse entregado en este peculiar territorio.
Los sabios del midrash utilizan este principio para clamar por la universalidad de la Torá, para declararla como patrimonio de la humanidad, si vale la expresión. Pero al mismo tiempo, les sirve para explicar que si la Torá hubiese sido entregada en la tierra de Israel, necesariamente debería haber sido dada en el territorio de alguna de las tribus. Dado que la Torá se entregó fuera de la heredad de las tribus de Israel, aprendemos que ninguna tribu puede reclamar tener la propiedad exclusiva de la Torá, sino que la Torá le pertenece a todas las tribus por igual.
Finalmente, al entregarse la Torá en un lugar sin pertenencia, nadie tenía un acceso más fácil que otro para recibir la Torá. Cualquiera podía acceder a ella si quería, sin prerrogativas ni derechos especiales.
Fíjense bien: nuestro libro más sagrado, en torno al cual se desarrolla toda nuestra tradición e identidad, fue entregado en un lugar sin dueños y accesible para todos. Ya en el comienzo mismo de la relación entre el pueblo de Israel y la Torá, se enfatiza claramente la democratización del acceso a la Torá. No hay dueños ni “palcos VIP” para acceder a la Torá; todos estamos en igualdad de condiciones.
Este principio encontró eco en la organización judía en torno al estudio de la Torá. Desde hace cientos de años, el honor y prestigio más alto al que una persona puede aspirar, en la sociedad tradicional judía, es el que brinda el conocimiento de la Torá. Parar acceder al conocimiento de la Torá, lo único que se necesita es inteligencia, tiempo y perseverancia en el estudio. Así, el ascenso social y la llegada a posiciones de prestigio, dependen del esfuerzo personal, y de ninguna manera de una herencia, influencias, pertenencia a una clase social determinada, ni riquezas.
Esta característica tan importante y central acerca del acceso a la Torá, trae consigo un principio fundamental que nunca debiéramos olvidar: todos estamos en condiciones de igualdad ante la Torá y ante Dios. Dicho en forma más coloquial, esto quiere decir que no hay judíos de primera y judíos de segunda. Todos podemos acercarnos a la Torá y beber de sus manantiales de sabiduría, sin distinción de ningún tipo.
La Torá no tiene dueño, está abierta a todos: ricos y pobres, religiosos y laicos, ortodoxos, conservadores y reformistas, los que viven en Israel y los que viven en la Diáspora, etc. No hay privilegios para unos ni para otros, como así tampoco hay barreras para estos ni para aquellos.
Quienes hoy creen ser dueños de la verdad en el pueblo judío, los que suponen que son los únicos que conocen la forma de acceder a la Torá, debieran recordar que la Torá fue dada en el desierto, para enseñarnos que no hay nadie que posea la llave del acceso de la Torá, sino que está abierta para todos los que a ella quieran acercarse.
Quienes hoy se sienten disminuidos o amenazados porque perciben que una parte del mundo judío les pone trabas a su manera de entender y sentir el judaísmo, quizás deberían olvidarse de esos grupos de poder y comenzar a hacerse valer por sí mismos, sin perder tanto tiempo en intentar ganar el reconocimiento de los otros, cuando sabemos que el único reconocimiento que vale es el que brinda la sabiduría de la Torá.
En estos tiempos en que el judaísmo vive entre el polo de un grupo que afirma ser el único privilegiado para acceder a la Torá, y otro polo que sufre porque aquel primer grupo no lo comprende y más bien lo margina, deberíamos comenzar a transitar por caminos superadores de esta dicotomía, por los caminos abiertos que conducen hacia el corazón de la Torá y que nos cuesta divisar, conturbados ante el bullicio de discusiones estériles.
En este Shabat Bemidvar, en el cual nos preparamos para recibir una vez más la Torá durante la festividad de Shavuot, tengamos bien presente que la Torá es para todos los judíos, no hay dueños ni privilegiados. El que se cree dueño de la verdad, seguramente se olvida de dónde fue entregada la Torá… ¡y más bien sería bueno recordárselo!
Shabat Shalom uMeboraj!
DESDE LA COMUNIDAD HEBREA DE GUADALAJARA
TE DESEAMOS SHABAT SHALOM !!!
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