FAMILIA ANFITRIONA
Este Shabat, nuestros anfitriones serán Jorge, Lucía, Erick y Juliana Del Toro con motivo del Bar y Bat Mitzva de Erick y Juliana. A todos ellos les decimos Mazal Tov!
BOSQUE DE LAS JACARANDAS
FOTOS
Este último domingo realizamos la plantación de 150 árboles en el predio de Colomos III, iniciando lo que será el Bosque de las Jacarandas de la Comunidad Hebrea de Guadalajara. Aquí podrás ver fotos de la plantación y las reseñas de los periódicos más importantes de la ciudad sobre el evento.
¡Aprovechamos para agradecer a todas las familias que se sumaron a esta iniciativa ecológica y nos ayudaron a dejar una huella significativa en la ciudad!
La plantación en los medios de comunicación:
~ El Informador
~ Mural
TALMUD ONLINE
Miércoles 27 de junio a las 20.30 hs.
PROXIMA SEMANA
NOCHE DE JUGADA
El próximo martes, 3 de julio a las 20.30 hs., los esperamos para compartir una noche de cena y de jugada. Trae el juego de tu preferencia y ven a pasártela padre en una actividad social junto a tu comunidad.
Habrá una cuota de recuperación de 50 MXN por persona.
¡Te esperamos!
PLATICA SOBRE
~ El Informador
~ Mural
TALMUD ONLINE
Miércoles 27 de junio a las 20.30 hs.
PROXIMA SEMANA
NOCHE DE JUGADA
El próximo martes, 3 de julio a las 20.30 hs., los esperamos para compartir una noche de cena y de jugada. Trae el juego de tu preferencia y ven a pasártela padre en una actividad social junto a tu comunidad.
Habrá una cuota de recuperación de 50 MXN por persona.
¡Te esperamos!
PLATICA SOBRE
EL MAL EN EL JUDAISMO
La semana pasada el Rabino Joshua Kullock se presentó en el auditorio de la librería del Fondo de Cultura Económica. Allí platicó sobre "El Mal en el Pensamiento Judío."
Pueden escuchar el podcast con la conferencia aquí, haciendo click en la columna derecha del Kol HaKehila Online.
NUEVO PODCAST
"TORA DESDE GUADALAJARA"
Seguimos estudiando las enseñanzas básicas del jasidismo.
En esta oportunidad:
Todos los días nacemos de nuevo.
En esta oportunidad:
Todos los días nacemos de nuevo.
LOS RABINOS DE LA UJCL
ESCRIBEN EL COMENTARIO DE LA PARASHA
Rabino Joshua Kullock
Todos sabemos que la Tora finaliza con la muerte de Moshe, y con la descripción del fracaso más escandaloso de todo el texto bíblico: El anciano líder que durante cuatro décadas dirigió al pueblo morirá sin poder pisar la tierra prometida. Luego de consagrar su vida a la liberación y consolidación del pueblo de Israel, Moshe quedará del otro lado del Jordán, sin siquiera dejar rastros de su última morada.
Para leer la última parasha de la Tora todavía faltan meses. Sin embargo, aquello que aconteció con Moshe a la vera del río, se comenzó a gestar en la porción que leemos esta semana. El amargo decretó que selló la suerte del hijo de Amram aparece en parashat Jukat, y gira en torno a una piedra. Moshe vio trunco su deseo de ingresar a Israel por no saber lidiar con un guijarro.
Leemos en la Tora:
“El pueblo se quejó contra Moshe diciendo: Ojalá hubiéramos muerto cuando perecieron nuestros hermanos delante de Ad-nai. ¿Por qué hiciste venir a la congregación de Ad-nai a este desierto, para que muramos aquí nosotros y nuestras bestias? ¿Por qué nos has hecho subir de Egipto, para traernos a este horrible lugar? No es un lugar de sementera, de higueras, de viñas ni de granados, ni aun de agua para beber.
Moshe y Aaron, apartándose de la congregación, fueron a la tienda del Tabernáculo de reunión y se postraron sobre sus rostros. Entonces la gloria de Ad-nai se les apareció.
Y dijo Ad-nai a Moshe: Toma la vara y reúne a la congregación, tú con tu hermano Aaron, y hablad a la peña a la vista de ellos. Ella dará su agua; así sacarás para ellos agua de la peña y darás de beber a la congregación y a sus bestias.
Entonces Moshe tomó la vara delante de Ad-nai, como Él le mandó. Reunieron Moshe y Aaron a la congregación delante de la peña y él les dijo: ¡Oíd ahora, rebeldes! Haremos salir agua de esta peña para vosotros.
Y alzando su mano, Moshe golpeó la peña con su vara dos veces. Brotó el agua en abundancia y bebió la congregación y sus bestias.
Pero Ad-nai dijo a Moshe y a Aaron: Por cuanto no creísteis en mí, para santificarme delante de los hijos de Israel, por tanto, no entraréis con esta congregación en la tierra que les he dado.” (Nm.20:3-12)
A la postre, parecería excesivo el castigo divino hacia Moshe (y Aaron) por lo acontecido. Sin embargo, el relato en su conjunto puede darnos algunas pistas que nos ayuden a reflexionar sobre las razones del decreto.
Una de las interpretaciones en relación a lo ocurrido gira en torno a la incapacidad de Moshe de hacer caso a la sugerencia divina. Mientras Ds le pidió que le hablara a la roca, Moshe optó por pegarle, no sólo una sino dos veces. Y aún cuando el líder bien podría argüir que el resultado fue el mismo – y que el agua brotó en abundancia – para Ds el modelo propuesto por Moshe fue fallido. No porque ignoró la orden divina, sino porque implementó el paradigma de su niñez, el modelo del faraón egipcio. Desde esta perspectiva, Moshe es castigado porque en lugar de dialogar con la piedra decidió pegarle, en lugar de sugerir prefirió obligar. En la utilización de la fuerza como método para lograr el objetivo, Moshe regresó a su infancia, en donde en la casa del rey no era necesario pedir de buena manera sino que la orden del líder debía cumplirse sin dilación y a rajatabla. Y por eso, por dar cuenta de que Moshe ya no iba a poder quitarse el paradigma del amo y el esclavo de su ser, Ds decidió que no ingresara en la tierra prometida, la cual debía fundarse bajo un modelo radicalmente diferente.
Otros intérpretes apelan a la intertextualidad para dar cuenta del error de Moshe. Porque en realidad, Moshe ya tenía experiencia en el ámbito de las peñas y los guijarros. Cuando casi cuarenta años atrás el pueblo recién había salido de Egipto, también hubo una crisis de sed, y también fue necesario extraer agua de las piedras. Así leemos en aquel contexto: “Ad-nai respondió a Moshe: Pasa delante del pueblo y toma contigo algunos ancianos de Israel; toma también en tu mano la vara con que golpeaste el río y ve. Allí Yo estaré ante ti sobre la peña, en Horeb; golpearás la peña y saldrán de ella aguas para que beba el pueblo. Moshe lo hizo así” (Ex. 17:5-6).
Como podemos ver, Moshe ya sabía que al golpear la piedra el agua brotaba. Por eso, en el relato de nuestra parasha, el líder decidió probar la receta conocida, optando por no probar la nueva fórmula propuesta por Ds. En conclusión, y bajo esta perspectiva, Moshe fue castigado por elegir no innovar, quedando atrapado en las soluciones del pasado. La incapacidad de adaptarse a nuevos contextos o de intentar hacer uso de renovadas formas de encarar los desafíos que se le presentaron dio cuenta de las dificultades que habrían surgido si el pueblo debía ingresar a la tierra prometida bajo el liderazgo de alguien a quien le costaba alterar la manera en la que siempre había vivido.
Por último, un tercer grupo de intérpretes propone que el decreto divino surgió como consecuencia del enojo de Moshe. Cuando el anciano líder se enfrentó con el pueblo – incluso sabiendo lo que tenía que hacer y con la certeza de que el agua iba a aparecer – le habló con mucha ira contenida, tratándolos de rebeldes y poniendo de manifiesto su frustración con la situación generada. En esa imposibilidad de contener su enojo, Moshe dio testimonio de un ciclo que se tenía que comenzar a cerrar. Incluso si fue un momento de debilidad, era poco recomendable que con tanto desgaste acumulado, con tantas rencillas y tanto rencor, fuera Moshe quien dirigiera al pueblo hacia la tierra de Israel.
En resumidas cuentas: el no aprender a dialogar, la incapacidad de innovar y caer presa de la ira son algunas de las razones que nuestros exégetas dan al castigo que recibió Moshe. No obstante, la multiplicidad de respuestas interpretativas es una clara muestra de que nuestros sabios no se sentían cómodos con el trágico desenlace del relato. Posiblemente nunca sepamos las verdaderas razones que llevaron a Ds a decretar la dura sanción. Pero lo que sí podemos, y debemos, hacer, es rescatar aquellas ideas de los intérpretes para reflexionar sobre nosotros mismos, y reconocer que el diálogo, la innovación y el buen semblante son siempre características que debemos cultivar para vivir nuestras propias vidas con alegría, sentido y trascendencia.
Shabat Shalom uMeboraj!
DESDE LA COMUNIDAD HEBREA DE GUADALAJARA TE DESEAMOS SHABAT SHALOM !!!